Mi condena es para todos aquellos que están matando de un modo u otro a los cristianos. Tanto a los que lo hacen en cuerpo presente como todos los que estamos callados. Parece que somos cómplices. Que estamos aquí sólo para vestir a santos, o para pasearlos. No estamos aquí para defender nuestra fe. Y defender no es, matando a los que no lo sean, sino respetando al prójimo. Parece que nos da igual todo. Es triste ver que lo que nos importa son otros menesteres, bandas, pasos, estrenos, cultos de unos y otros, que si dice uno del otro o viceversa.
Mi condena y total repulsa a esos hechos de matanza indiscriminada hacia los cristianos.
Pachi Giraldo
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