QUE
POCO FALTA YA
Reconozco que estoy un
poco ausente de la vida cofrade de ahora mismo, de lo que nos está aconteciendo
en estas fechas. Estoy muy metido en mi pregón del costalero, porque ha sido
todo una experiencia el recordar cada momento que he vivido bajo la
trabajadera. Y el pasarlo a papel. Es difícil poder expresar que he sentido al
escribir cada una de las palabras de mi pregón, pero espero poder hacer llegar
mis emociones a todos.
Así que me he puesto un
poco al día y tenemos un fin de semana lleno de pregones y exaltaciones. Pero
es que después vendrán más hasta llegar al más importante que será el Pregón de
nuestra Semana Santa que esperemos tenga el mismo arte y sentimiento que cuando
coge la muleta o el capote.
De esta manera las
hermandades son ya un hervidero de reparto de túnicas, de limpieza de enseres,
de preocupaciones porque no ha llegado este estreno o va a llegar con la hora
justa para colocarlo en su sitio. Y para colmo para ser que el frío nos va a ir
dejando para que el astro rey, comience a dar más calor y así empecemos a mirar
hacia los naranjos para ver si el azahar que estaba escondido por el frio es
capaz de sacar sus primeras hojas.
Las túnicas se
empezaran a desempolvar y llevar a limpiar como si de mi mejor traje fuera.
Aunque ahora las tintorerías limpian casi todo las túnicas, no se me va de mi
recuerdo, a nuestras madres con el papel de estraza y la plancha quitando la
cera de las túnicas. Volveremos a probarnos si el cubrerostro nos queda bien o
no, o si es tan viejo que tendremos que comprar otro. Ahora el dilema. Sigo con
el tradicional cartón o cambio a las nuevas técnicas en fabricación de
capirotes de fibra, de rejilla, etc.
Iremos por la calle y
escucharemos a ese conductor cofrade con las marchas procesionales a toda
pastilla en el radio cd o mp3 o mp4 o
ipad de su coche, porque es su manera de pregonar que estamos en Cuaresma o que
ya está aquí la Semana Santa. Iremos a las tiendas cofrades a comprar un
poquito de incienso y carbón para dar olor a nuestra casa y algunos jartibles
como yo, incluso, a la calle donde vivimos.
Todos los que nos
consideramos cofrades a nuestra manera de entender este sentimiento
expresaremos nuestro pregón con nuestras formas de decir soy costalero, o soy
nazareno, o soy acólito, o soy músico o lo que sea.
La vieja cuaresma
colgada en más de una casa por parte de nuestras madres y cuando lleguen los
viernes se le ira quitando cada una de las sietes patas que tiene. Ahora nos
veremos un poquito más porque tendremos como lugar de encuentro las tabernas
cofrades para tomarnos un refresco, un poleo o como cada uno quiera llamarlo.
El olor a incienso en la ropa rellenara el vacío en nuestro cuarto al llegar y
dejar la ropa allí colgada.
Seguiremos disfrutando
de los conciertos, pregones, exaltaciones, ensayos de costaleros, besamanos,
besapiés, iremos a ver a nuestras Vírgenes vestidas de hebrea, acompañaremos a
Nuestro Señor en sus vía crucis, los priostes de palio tendrán ya su cera
perfilada para colocar sus candelerías, unas más estudiadas y otras buenamente
puestas con lo que hay. Las ropas de las imágenes preparadas para ir vistiendo
a todas las composiciones, las túlipas echadas en agua para poder ir limpiando
e ir colocándolas en sus candelabros. Se colocaran los varales y los techo de
palio, para ver cómo se mueven, si hace falta retocar algo para que la estética
y el movimiento sean perfectos.
Aún habrá enfados y
disgustos pero esto será debido al mismo nerviosismo de que esto está aquí más
cerca y parece que no se llega y nos falta días, horas…
Y así hoy día 7 de
marzo diremos que estamos a sólo 22 días del Domingo de Ramos.
Pachi Giraldo
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