LAS
PALABRAS SE LAS LLEVA…
Estamos viviendo una
época donde todas las veces que abrimos nuestra boca es para caer en el descrédito,
de nuestras propias mentiras y sandeces que no somos capaces de reconocer y
rectificar o solo de cumplir lo que prometimos. Tenemos el síndrome del
“político” por tal de que nos escuchen y de atraer a los que nos interesan con
falsas promesas y falsos actos.
Nos solemos fijar mucho
en lo que dicen los demás de nosotros o de nuestro ambiente, y si no está
dentro de lo que queremos leer o escuchar enseguida nos alteramos. ¿Por qué no
te alteras contigo mismo que quieres aparentar ser algo que no eres? ¿Qué te
crees que eres más que nadie? ¿Él nos enseñó esta forma de ser y de actuar con
los demás? Donde está la verdad, el respeto, la comprensión, el perdón.
Si aquí cada vez nos
gusta más ser el protagonista por encima del que llevamos sobre nosotros como
costalero que podemos ser, como capataz que guía a esos privilegiados y algunos
les gusta que se fijen en él, más que lo que llevan, o ese nazareno que viste
la túnica para hacerse ver por los de su estirpe como él manda más, o ese otro
nazareno que va a que se enteren todos que sale de nazareno.
Estamos en la misma
situación cuando Jesús echó del templo a los fariseos. ¿A qué jugamos? ¿Qué
estamos por el traje negro? ¿Qué nos gusta un costal y ser el protagonista?
¿Soy nazareno y mis cojones son los que mandan? Lo mejor de todo esto es que
después queremos dar clases de moralidad, de sentimientos, de valores, de cristianos
y católicos.
Falsas palabras de que
tú volverás, o tranquilo que te voy a dar. Que hay que ser para tener un sitio
de protagonista. Pues está visto que cuanto menos honor como persona, si de
verdad la palabra honor, tiene algún sentido para los que mandan o gobiernan en
las hermandades. Pero esto es lo que tenemos. Y nos guste o no es triste pero
es así, doloroso e incomprensible.
Viendo el otro día una
de las procesiones del Carmen, por cierto muy guapas las dos, y cada día más
marinera esta Córdoba calurosa, me saludaba un capataz y costalero que no hace
mucho fue noticia. Me comentaba lo han conseguido y al final he desistido. No
se podía aguantar más y me marche al igual que tú, que a ti te prometieron ese
sitio y al final no fueron capaces de darte, después de haberte lo prometido.
Está demostrado que más
vale caer en gracia que ser gracioso. Y está claro que si además de que no caer
en gracia por tu forma de ser y que además no te callas ante tiburones
cofrades, pero no te callas, con educación y sin perder las maneras y formas, a
eso si, si tu pierdes las formas y maneras en la discusión seguro que algún
momento yo lo haré también, porque no me va a pisotear nadie.
Así que siempre
tendremos este tipo de cuentas e historias. Con esta “caló” seguiremos
disfrutando de nuestras hermandades, seguirán sorprendiéndonos los encargados
de hacerse notar, los que en su vida la palabra de hacerse notar bajo la forma
que sea o manera que sea o incluso saltándose las reglas de su hermandad o
interpretándolas a su antojo o interés, serán en torno, a que se les reconozca
porque para ellos la humildad y el no ser protagonista no va en su estilo de
vida. Lo peor de todo, que después ni se dejan aconsejar, ni reconocen su
error, por favor eso es ya de caer muy bajo. Seguirán con su arrogancia y les
dará igual que hacer por tal de quedar bien sobre todas las cosas.
Lo mejor de todo que el
tiempo es el único juez que nos pondrá a cada uno en nuestro sitio, tanto para
lo bueno como lo malo. Lo que si me desconcierta un poco que ese tiempo habrá
que saber esperar porque no será cuando uno quiera, sino cuando él lo decida,
pero es así.
Bueno pasando a otro
tema que “jartibles” somos con el día de calor que hizo el pasado 16 de julio,
bueno fue otro día más de la continua ola de calor que llevamos, que estábamos
en las calles viendo pasos y escuchando marchas por algún rincón.
Momentos muy especiales
al entrar en la plaza de capuchinos para un capataz como D. Rafael Muñoz, el
jueves pasado al entrar en esa plaza y contemplar cuantas muestras de cariño
por parte de unos y otros. Al igual que las caras de unos y otros de la Junta
de gobierno de la hermandad de la Paz y Esperanza que días antes habían tomado
una decisión muy dura, supongo, y que días después se encontrarían de frente de
nuevo al que hasta hace días era el capataz de su paso de palio. Rafael, por
momentos me hubiese gustado estar en su sitio y por otros la verdad que no.
Otra cosa un poco
desafortunadas las palabras sobre la celosía por parte de algún miembro del
Cabildo de la Catedral sino pudiese entrar algún paso. Supongo fue un error de
interpretación, o de explicación, porque no sería lógico dejar alguno sin poder
entrar en la Catedral de Córdoba. Se está poniendo por parte de todos para
llevar la Carrera Oficial a la Catedral, para que ahora se vean algún paso por
sus dimensiones quedarse fuera. No sería lógico.
Bueno pues hemos
terminado por hoy. Ya me queda menos para tomarme unos días de descanso, que a
buen seguro me los tomaré. Nos vemos de nuevo por alguna calle de Córdoba
viendo alguno de los pasos que saldrán en este mes próximo de Agosto.
Pachi Giraldo
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