REFLEXIONES ESTIVALES
Buenas de nuevo a los
lectores de GdP. He estado ausente unas semanas porque la verdad sea dicha no
me encontraba en mi mejor forma para escribir. Pero bueno eso gracias a Dios,
ha pasado y aquí estoy de nuevo con ganas de expresar que pienso y siento del
mundo y en especial del mundo cofrade cordobés.
Cuando todos estamos
deseando de que lleguen las vacaciones después de un Regina Mater, que a todos,
bueno a casi todos, nos dejó un regusto agridulce, cuando ya pensábamos que las
hermandades se van a descansar, las cuadrillas exceptuando las del “Carmen” y
“Tránsito”, las bandas se iban a olvidar de esta mitad de año sin descanso,
vamos y como no nos gusta estar aburridos y seguimos dándole tralla al asunto y
noticias, rumores, confidencias, etc., se aglutinan en el mes de julio.
Esto es de locos,
señores que estamos en periodo estival, vamos a descansar, para reponer
fuerzas, pero que va. Como nos gustan las historias cofrades por cualquier
rincón de la Córdoba senequista, a la cual le da igual el cambio de una banda o
de un capataz a que quiten un crucifijo de un Ayuntamiento o incluso sopesen
llevar a otro sitio el cuadro de uno de los patronos de la ciudad.
Con más detenimiento
hablaré en próximas jornadas de lo acontecido en nuestra ciudad. Pero es de
nota. Es para de verdad tener un examen de conciencia o un retiro espiritual
para muchos. Vamos camino del Salsa Cofrade. O del Salsa Musical Cofrade. O del
Salsa Capataz. Por no hablar de todos los cofrades de la última hornada que
tienen pocos años de experiencia y quieren hacerse notar como si llevasen más
de treinta.
Es triste ver como la
Patrona de Córdoba va desangelada desde su Santuario hasta la Parroquia de
Santiago. Y no es que muchos más cordobeses la acompañarán en su caminar del
Regina Mater. Qué envidia me han dado las muestras de fe, devoción, cariño y
amor hacia sus Vírgenes de la población que fuera, más grande o más pequeña,
más bonita o menos guapa, con más tradición o con menos, con más ajuar o con
menos, lo importante para cada uno de los vecinos de sus poblaciones era estar
con su Virgen acompañándola por las calles de Córdoba. Para que no estuviera
sola. Para sentirse querida como si estuviese en su población.
Aquí al final de
cuentas lo que nos mueve y nos pone, es la banda ésta la echan para poner a la
otra, al capataz este lo echan con más o menos motivos, no entro hoy a valorar
esto, que si lleva o no cuadrilla doblada el paso tal o cual. Que si pito y que
si flauta. La verdad sea dicha que cada uno lleva y tiene su razón, pero y la
razón de los demás la hemos querido saber o por lo menos interesarnos por ella.
Les dejo que disfruten
porque llegan las vacaciones.
Pachi Giraldo.
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