GENTE
DE PAZ: EL TIEMPO PONE A CADA UNO EN SU SITIO
En las últimas semanas
quizás más acuciadas por el tiempo estival en el cual nos encontramos, leo cada
vez más aptitudes en contra de la información y opinión que los distintos
escritores de GdP sufrimos en nuestras propias personas, y algunas son con una
descalificaciones que me dejan un poco perplejo y más aún dentro de este mundo
de las cofradías.
Cierto que cuando se
escribe de algún tema que te toca un poco la fibra sensible, pues nos pongamos
un poco como los gatos con los pelos algo más de punta de lo normal, pero
llegar al insulto y a las descalificaciones personales no entran aún en mi
mentalidad tanto como persona ni como cofrade.
Y que conste que este
verano que yo sepa para mí está siendo más tranquilo que el anterior dónde tuve
que aguantar hasta vejaciones a título personal de parte de personas que
supuestamente tienen que dar ejemplo, por tener un cargo muy importante dentro
de una hermandad o por la propia historia que ellos mismos han escrito en ella
o porque lo iban a realizar un tiempo después.
Yo puedo entender que
te moleste mi opinión sobre algún tema que pueda tocar o del cual escribir.
Antes de darte por aludido infórmate de donde hemos tomado la información para
realizar ese artículo, sea más o menos de tu gusto, o para nada te guste o solo
alabe tus actos. Pero cuando hay gente que directamente se cree que hablamos de
ellos para hacer daño, sin motivo ni causa justificada es cuando me entran los
escalofríos piernas arriba. Y mira que cada día tengo menos por mi enfermedad.
Hace un año hablaba de
cambios de bandas de ciertas hermandades y justamente de la que no hablaba
tomaba una serie de medidas contra mí persona que como bien saben me afecto
tanto en lo personal, por lo que me dijeron y cómo me lo dijeron como en lo
cofrade. Es a día de hoy y casi todos saben las medidas que tomaron en contra
de mi persona “cofrademente”, y lo que peor las que sufrí a nivel personal.
Pero cuales mi
satisfacción que casi un año después el tiempo pone a cada uno en su sitio y a
buen seguro que nos pondrá a todos, a mí el primero. Las actuaciones de cada
uno son de cada uno y más tarde o más temprano todos pasaremos por el juez del
tiempo.
Y digo esto por como
algunos en redes sociales, con llamadas personales, con formas varias de hacer
llegar sus diferencias de criterio, hablan de compañeros que escriben en GdP,
incluso intentado mover hilos a niveles superiores para que nos pongan una
cinta en nuestra boca para amordazarnos, porque lo que contamos de ellos no les
gusta. Señores amordazadores, ese no es problema. El problema lo tienen ustedes
al querer hacernos tragar con ruedas de molino y querer transfigurar la
realidad de los temas candentes de sus hermandades y cofradías.
Y lo peor que nos les
gusta que hay alguien que pueda descubrir sus fechorías en la hermandad de
turno que en ese momento se encuentre en el candelero por las distintas formas
de abordar los temas que tienen en su horno. O simplemente que no sean esclavos
de sus silencios, como hay tanta gente en las hermandades, como los que por un
puesto de relevancia se vuelven tontos de capirote, como los que piensan que
sin ellos su hermandad no va a seguir sumando años de historia -aquí digo que
algunas lo están pasando nada más que regular para seguir escribiendo su
historia-, o como que ese que decía ser tú amigo se vuelve ahora en tu peor
enemigo, o como…
No voy alzar la voz más
de lo que ya lo había hecho antes. Solo decirles que gracias a los
organizadores del Pregón del Costalero de la Ciudad de Córdoba, a los capataces
que dieron la cara por mí, a mi hermandad de San Sebastián de los Ballesteros
por el apoyo y confianza, a las cuadrillas de esta población y de la Reina de
los Mártires y los “hermanos” de la cuadrilla de la Oración en el Huerto, que
me apoyaron y mis amigos redactores de GdP, por el apoyo que me dieron en los
momentos más duros desde el pasado mes de agosto, y a tantos cofrades, que no
de boca, sino con actos me mostraron su apoyo. A los que me dijeron con palabras
otras cosas, espero que sean capaces de cumplirlo. Y a mis hijos que fueron
grandes como ellos solos me pudieron demostrar a mí, tanto en el devenir del
día a día, mi familia mis padres y hermana, cuñado, como a otra persona que
está en la oscuridad y no le gusta salir, prefiere seguir siendo invisible,
gracias a todos porque el tiempo pone a cada uno en su sitio.
Pachi Giraldo.
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