MEMORIA
HISTÓRICA
Estamos
en una tesitura en la sociedad española que pinta muy mal, a pesar
de los esfuerzos por parte de nuestro Rey de España, en su mensaje
navideño, de mantener la convivencia entre unos y otros. Pero de
verdad, su Majestad, me parece muy complicado y no es por llevar le a
Vd., la contraria, ni mucho menos. No hay nada más que ver, que los
unos piden respeto desde su punto de vista que a la misma vez es
faltar el respeto a los que no piensan como ellos.
Pero
lo que me resulta más triste, es que hablen de pactos raros, cuando
los raros han sido ellos al pactar con quienes han matado a españoles
de toda clase, religión y bando político, con quienes la ruptura de
la historia de nuestro país es su meta, con quienes solo piensan en
ellos sin importarles lo que piensen los demás, con quienes hoy
dicen una cosa y mañana otra.
Y
de esta guisa, los que olemos a incienso, nos vestimos la túnica y
por supuesto defendemos nuestra historia, toda nuestra historia, sin
importarnos el bando, solo queremos que nuestra historia se respete y
siga creciendo de generación en generación, que no entiendo a que
viene a desempolvar tanto odio y mucho menos a desenterrar a los
muertos. Están muertos los de un lado y otro, y tantos unos como
otros son igual de dolorosos y de triste para esa historia de nuestro
país, España.
Y
ahora que deberíamos de estar festejando la llegada del Hijo de
Dios, estamos más preocupados, con las sandeces de unos pocos.
Aunque otros pocos se están pasando con tanta sandez permitida por
esos que están ahora muy ofuscados por perder la poltrona que han
chupado de ella a mansalva. Pero bueno, dada ya esta introducción me
sirve para hablar de memoria histórica en las hermandades.
Resulta
que por los avatares de la vida cotidiana de las hermandades, como es
natural, por las cuales pasan personas de formas de pensar muy
distintas a la hora de enfocar y tratar los temas que se suelen mover
en las juntas de gobierno que son elegidas democráticamente en unas
elecciones, dónde sus hermanos tienen el derecho y deber de votar o
no.
Es
cierto que están aires muy renovadores en dichas juntas de gobierno,
es normal. Pero desde este punto de vista humilde por mi parte, no
puedo aprobar ni respetar lo que ha acaecido en una hermandad de la
hermana ciudad de Sevilla. Los motivos que han expuesto para
destituir a un capataz, por su enfermedad, no me hacen nada más que
ver la bajeza personal de estos miembros de junta. Si bajeza. Que
pasa que este capataz por tener una enfermedad, sea la que sea, mejor
que él nadie sabrá cuales su estado de salud, seguro. No puede
desarrollar, desempeñar su labor.
Voy
a tirar de memoria histórica de este paso en concreto. Hace unos
pocos de años, siendo yo un chaval joven y jartible de la Semana
Santa, me dispuse a ir a ver la Semana Santa de Sevilla. Iba a ver a
la Macarena, al Gran Poder y a la Esperanza de Triana, como todos los
noveles que íbamos a Sevilla. No voy a negar que al ver estos pasos
mi sabor cofrade cogió otro color y sabor. No es menos cierto, que
ya iba uno con unos conceptos aprendidos por unos y otros a los que
escuchaba hablar.
Pero
mira tu por donde, vi a una hermandad que la había escuchado pero no
la había visto de igual manera que a las otras. Si era la hermandad
de los Gitanos. Me quede perplejo al ver el caminar casi
imperceptible de su Nazareno con aquella agrupación musical. Ya
había huecos entra el gentío de aquella madruga, pero no se si por
la hora o por el cansancio que esos huecos se hicieron más grandes
entre la multitud, o por el simple hecho de que estaban viendo a
otras hermandades. Allí delante iba un señor que me enamoró por la
forma y manera que se dirigía a su cuadrilla y a su Virgen. Aquellas
levantás a la música. Una manera distinta de mandar a un paso y su
cuadrilla. Una manera de hablar con el corazón que llegaba al
corazón. Un legado dejado que continuo su hijo posteriormente. Ella
hizo que la gente de las sillas de la Campana la esperaran, con el
son de la música, el cantar de las golondrinas y recoger de las
sillas de fondo. Sonaron sino recuerdo mal La Madrugá y Reina de San
Román.
Ni
las enfermedades de quienes achacan enfermedad, tienen perdón de tan
poca sutileza y delicadeza humana. Ese señor se merece el respeto
que ustedes no lo tienen, por que ustedes si están enfermos, están
ciegos, como ceguera tienen sus corazones. No se las edades de
quienes han tomado dicha decisión, cierto que las personas estamos
de paso, pero memoria histórica de esta zaga tienen muy poca, y si
la tienen, lo que no tienen es vergüenza cofrade ni humana. Este
capataz y hermano ha demostrado que con su enfermedad es más humano,
católico, cofrade que ustedes, que solo son capaces de hacer algo
así para que se les conozca, porque sino de esta manera, no pasarían
por el arco de metales de ningún sitio. Gracias a los Gallardo, por
ponerme el vello de punta en las madrugas que pude ir a verlos en
directo.
Me
despido de todos ustedes, sean felices, extrapolenlo con los demás.
Que tengan una feliz salida de año viejo y una mejor entrada de año
nuevo. Tengan cuidado tanto con las uvas como con lo que se beban. Y
recuerden que estamos de paso, por lo menos seamos felices en este
paso.
Pachi
Giraldo
Pd.-
Y la calle para la zaga de los Sáez p’acuando?
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