SEXAGÉSIMO
OCTAVO DÍA DE CONFINAMIENTO
27.940 parece un bonito número
para comprarlo para el sorteo de Navidad. Pues no lo es. Este número de 27.940
son los muertos sobre las espaldas, o en las mesas de este Gobierno incompetente
y que está demostrando una actitud dictatorial e inquisidora, ante el manejo de
la sociedad que no piensa como ellos. Además, de darnos lecciones de moral,
cuando para ellos solo quieren derechos y no se acuerdan de sus actitudes y
aptitudes con otros mandatarios en el mismo sitio donde se encuentran ahora
ellos.
Bazofia humana y política,
capaces de miccionar en sus propias mentiras una y otra vez, en función de su
interés te quiero Andrés. Capaces de hacer lo que fuera o fuese por tal de
tenernos enojados y así entretenidos para ellos poder mangonear a su entero
antojo.
27.940 fallecidos que no
podrán tener una oportunidad de ningún tipo. 27.940 fallecidos a sus espaldas,
donde son capaces de reconocer, que la mascarilla antes no era obligatoria porque
ni había ni se las esperaba. O sea, mentiras tras mentiras de esos famosos
aviones cargados de material sanitario. 27.940 que se vanan gloria de que hay
menos fallecidos cada día, ¡perdona! Atajo de sinvergüenzas mentirosos y llenos
de estiércol en vuestros pensamientos.
Estáis corrompidos y llenos de
vanidad de poder, pero qué más da si ustedes estáis donde queréis y a nosotros nos
tenéis donde queréis. 27.940.
Y para muestra un botón. Si lo
del pasado fin de semana a las puertas de nuestro Ayuntamiento, en vez del
fallecido ser un miembro de la izquierda, (no me alegro del fallecimiento ni de
Julio Anguita ni de los 27.940 fallecidos por coronavirus, según fuentes
oficiales) retrograda y arcaica que tenemos, hubiese sido un miembro de otro
partido político de otra tendencia política y allí se hubiesen congregado unos pocos
de seguidores y hubiesen cantado el himno de lo que sea o la canción que fuera,
estarían vociferando cual bestias de la selva por dicho acto de congregación de
fascistas y cualquier otro improperio de los que hacen alardes sus bocas
repugnantes. Es lo que tenemos.
27.940 fallecidos por
coronavirus, y gracias a la ayuda del Gobierno que iban a pagar un ERTE a todos
y todas las trabajadores y trabajadoras que estuviesen inmersos en ellos y no
pierdan sus trabajos y parece ser que aún no han pagado según me comentan
algunos amigos que tengo. Pero solo unos pocos de amigos. No muchos.
Estaremos otros quince días de
estado de alarma con sus respectivas limitaciones, a las cuales hay un sector
político que está haciendo de “pagafantas” y aún no se ha enterado de nada,
mientras que en su propia cara se la pintan y parece que les da igual.
Y ahora para colmo el TSJA
dice que la sustitución de la celosía que se hizo en la S. I. C. de Córdoba
para crear una puerta para facilitar el recorrido oficial de las hermandades
cordobesas, da alas para esa izquierda rancia de nuestra ciudad para reivindicar
sus profanos discursos llenos de sectarismo y sin distinción de nada con tal de
llegar al poder y tened ellos la caja de pandora del conjunto arquitectónico de
la Mezquita Catedral para hacer y deshacer a su entero antojo.
Miren, si les permite su
ceguera, la labor social, de esa Iglesia que ustedes blasfeman de ella continuamente,
con sus hermandades y otros colectivos que se están partiendo el pecho para
llevar comida a las familias necesitadas, a las familias que de verdad
necesitan el derecho de comer. Cuanto están repartiendo ustedes izquierda
moderna y social. ¿Cuánto? Dónde están que no los veo. ¡Ah! Si en los 27.940
fallecidos de nuestro país por el COVID-19.
Por no meterme en la cantidad
de material sanitario que aún esperan nuestros sanitarios y que seguimos siendo
el país del mundo donde su personal sanitario más contagios ha contraído gracias
a su eficacia labor. Aún estoy esperando me llamen para realizarme un test
aunque sea, siendo de uno de factor alto por mi enfermedad.
Les dejo por esta semana con
un número precioso 27.940. Sean felices y extrapólenlo.
Pachi Giraldo
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