UN
TRISTE DÍA DEL CARMEN
Hoy
es 16 de julio, festividad de Ntra. Sra. del Carmen. Un día que en
condiciones normales no debería de ser así de triste y doloroso.
Hoy, se ha rendido homenaje a las miles de víctimas españolas a
causa de la pandemia del coronavirus, cuando dijeron que no habría
más de dos fallecidos, menos mal que no se gana la vida como vidente
el Sr. Simón.
Hoy,
deberíamos de estar disfrutando, unos del inicio de sus vacaciones,
otros de haber vuelto a sus ciudades y el resto esperando a que
llegue nuestra fecha de descanso vacacional. Y la verdad sea dicha,
está siendo un año durísimo. Y sólo ha pasado un poco más de
medio año, veremos a ver que nos depara para el resto de año que
nos queda por vivir.
Esta
tarde deberíamos de disfrutar entre otras opciones de las
procesiones de las dos Virgen del Carmen de nuestra ciudad. Una la de
San Cayetano y otra la de Puerta Nueva o la de Puerta Nueva y San
Cayetano. El día caluroso como no podía ser de otra manera en
nuestra ciudad. Calor asfixiante por los cuatro costados.
En
un rato veríamos la petalada a la Reina de San Cayetano por el arco
de la Torre de la Mal muerta (un historia preciosa, léanla), o por
los jardines de Colón o a su paso por la plaza del Cristo de los
Faroles o bajando la cuesta del Bailio o por Santa Marina o a la
guapísima de Puerta Nueva, navegar como diría su capataz Carlos
Herencia, por la plaza de la Magdalena o por el entorno del Realejo o
paseando delante de San Lorenzo…
Muchos
iríamos a ver a las dos Vírgenes del Carmen de la ciudad que
procesionan en esta tarde y volveríamos a ver caras que llevábamos
días o meses sin ver… Pero este año va a ser que no… Al igual
que hoy cumpliría años un “Ángel” que nos dejo días antes del
confinamiento.
Se
me vienen muchos recuerdos, demasiados, que me hacen plantearme de
verdad, que hacemos en nuestras vidas. A que dedicamos nuestro
tiempo, cuando deberíamos de disfrutar de cada instante, de cada
momento, porque cómo este “Ángel” en menos de lo que nos
esperábamos la vida se apaga y se va. Y lo peor de todo, que no te
da tiempo de hacer aquello que queríamos hacer por que dijimos
mañana lo haré.
Es
un día complicado lleno de sentimientos, pero no queda otra que
seguir caminando hacia delante. Este viaje de la vida es precioso,
duro y complicado pero a los que estamos aún nos quedan capítulos
enteros por vivir y disfrutar de ellos. Sean felices y extrapolenlo
no lo dejen para mañana, porque puede ser tarde.
Pachi
Giraldo