Video: Miradas Cofrades
Para todos aquellos que quieran expresar sus opiniones, pero con respeto y educación, del mundo cofrade cordobés. Ésta chicotá de amistad con mis amigos comenzó el 23 de Agosto de 2009, festividad de Sta. Rosa de Lima.
CALENDARIO COFRADE
SEGUIDORES
martes, marzo 31, 2020
lunes, marzo 30, 2020
domingo, marzo 29, 2020
sábado, marzo 28, 2020
viernes, marzo 27, 2020
jueves, marzo 26, 2020
EN MI HUERTO DE LOS OLIVOS: UNA CUARESMA CONFINADA (2)
UNA
CUARESMA CONFINADA (2)
No sé si es el décimo cuarto o
décimo lo que sea día confinado en casa. Cuanto me siento a escribir sobre las
varias opciones que tengo en la cabeza, la posibilidad de trasladar las salidas
procesionales a otra fecha, ya que la Semana santa es cuando es, nada más.
Cuando leo y escucho las distintas opciones, de cambiar otros eventos a otras
fechas por la reactivación económica, todo me parece lógico dentro de esta ilógica
situación que estamos viviendo.
Leo por las redes sociales los
comentarios de unos y otros referente a los temas de actualidad, incluso opino
y me llevo discusiones con gente que me demuestran que tienen otra manera de
ver las cosas, unas veces con sentido y otras con una locura desorbitada, que
puedo achacar a las tendencias políticas pero nunca entenderé que defiendan con
ese cinismo, fanatismo y ahora si lo voy a decir, con fascismo y me da igual de
donde provengan sus interpelaciones. Lo demuestran con las continuas faltas de
respeto y abnegando lo que es evidente como la vida misma. Allá ellos. Sólo
faltas de respeto por que otros opinemos al contrario que ellos. Me parece
escatológico todo esto.
Cada uno que haga y diga lo
que quiera pero dentro de un respeto y educación hacia los demás, cosa que cada
día hay menos. Parece que nos gusta estar enfadados con el resto de los que no
piensan como ellos.
Pero todo se me viene abajo al
leer, escuchar y ver en las noticias que ayer en España, fallecieron 738
personas por esta maldita pandemia. No sé quiénes son, no sé si son más o menos
creyentes o agnósticos, no sé si son de una tendencia política u otra o de
ninguna, me da igual. Sólo pienso que toda esta gente lo está pasando muy mal. Sean
los enfermos y sus familias. Sean los asistentes sanitarios que lo están
pasando fatal ante la imposibilidad de dar a todos, la asistencia que se
merecen las personas y por la falta de medios y por las horas y el estrés que
tienen cada uno de ellos. Por los motivos varios que cada uno de nosotros
conocemos y que ya veremos como cada cual interpreta.
Las consecuencias económicas
que ya estamos teniendo, y aún no sabemos como acabará este tiempo. De momento
los negocios casi todos cerrados, algunos trabajan, los menos y otros cuando
empecemos a trabajar de nuevo veremos como lo podemos hacer y en qué
circunstancias. Hablo con personas asustadas de esta situación, de que puede
pasar simplemente con el hecho de bajar a comprar una barra de pan o un litro
de leche.
Yo ahora, rezo y pido para que
esto acabe. No sé si es una opción buena pero es mi opción. Me acuerdo de gente
que seguramente de mí no querrá saber nada, me da igual. Espero y deseo que
todos estemos bien y que pase este peligro y sobre todo para personas que
tienen algún tipo de patología.
Voy a seguir pensando igual
que hasta hace un momento por mucho que alguno se mofen de mis pensamientos.
Voy a seguir siendo el mismo, mirando como el azahar se cae de los naranjos,
con una tristeza que hacía años no veía. Voy a seguir siendo el mismo, mirando
fotos en mi móvil que me recuerden que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Recuerden lo que teníamos y no supimos ver ni aprovechar en su justa medida.
Sean felices dentro de las
posibilidades de cada uno. Los amargados en solitario que sigan y no cambien,
será difícil con su aptitud. Los valientes que se meten en todo lo que no les
importa, que tengan cuidado de no encontrar a su valiente que les corte las
alas de raíz. Los amargados que sigan amargando en vez de tomarse un azucarillo
y empezar a endulzar. Nos vemos en una semana.
Pachi Giraldo
jueves, marzo 19, 2020
EN MI HUERTO DE LOS OLIVOS: UNA CUARESMA CONFINADA
UNA
CUARESMA CONFINADA
Foto: artencordoba
Estamos
pasando días muy duros y difíciles de ver que la semana más esperada, añorada,
querida y amada se nos estropee de la manera que la conocemos. Cierto. Pero no
es menos cierto que ahora es cuando hay que demostrar de verdad, la unión de
los jartibles cofrades. De todos sin excepción, que los habrá.
Los
acontecimientos más terribles que nunca podríamos pensar que ocurrirían, han
ocurrido. A quién de nosotros, si nos hubiesen preguntado que si no veríamos
una Semana Santa, íbamos a decir que no. Eso era imposible en nuestros tiempos
que corren hoy en día. No vivimos la Guerra Civil de España, que ya se quedaron
sin Semana Santa, que parece que ahora, no hay nada más que gente que la
quieren rescatar. Junto a su postguerra. Dejen la historia de nuestro país en
los libros no remuevan más las conciencias de unos y otros. Nosotros no pasamos
por ella, pero lo hicieron nuestros familiares con más experiencia.
Y
ahora nos viene, un mal en torno a una enfermedad. Una plaga, que habrá más de
uno que la compare con alguna escritura de algún libro viejo, que no habremos
leído en su totalidad pero si hemos escuchado en más de una misa. Ahora debemos
de estar más unidos que nunca y hacer caso a las órdenes que nos dictan los
gobernantes, sean los que sean, aunque algunos jueguen con la salud de su pueblo.
Ahora
tenemos que hacer una verdadera Estación de Penitencia, es quedarnos en
nuestras casas. Ahora tenemos que realizar un verdadero examen de conciencia.
De mirarnos a nuestro interior y ver si esto no será un castigo de tanta
injusticia. De tanto juez que hay por nuestras calles que juzgamos a cada uno
de nosotros, por el simple hecho que no piense igual que uno. Nos creemos
sabios cuando solo tenemos unos años de experiencia y tenemos un dedo acusador,
como la lengua de una serpiente, afilada y fina. Antes de hablar de otro,
miremos nos cada uno de nosotros.
Ahora
vamos a ver la verdad verdadera de cada uno de nosotros. Ahora vamos a ver los
valientes y fuertes. Ahora vamos a ver los que pueden de verdad con esta
situación que hasta hoy no se nos había dado. Ahora vamos a ver si somos
capaces y capataces de tener una Semana Santa sin cofradías en la calle. Ahora
tenemos que demostrar que hay algo más, que no solo es evangelizar por las
calles. Es demostrar nuestras creencias de otra manera, es demostrar nuestra fe
con otras formas.
Esta
será y es una Cuaresma confinada, en nuestras casas, en nuestra mente, en nuestra
tristeza, en nuestro devenir de las cosas distintas a lo normal, rezaremos en
casa, buscaremos esos videos que nos hagan ver lo que queríamos que fuera y no
fue. Viviremos la Cuaresma de una forma distinta a las vividas, que a nadie le
gusta. Pensemos por aquellas personas que cuando nosotros disfrutábamos de
ella, los enfermos no podían, los impedidos no podían, los dolidos con la vida
renegaban de su Dios. Espero que cada uno de nosotros reflexionemos por si esta
Cuaresma es la última de nosotros. Vivamos la Cuaresma desde nuestras casas
como si estuviésemos en la calle, viendo cultos, recogiendo las papeletas de
sitio, preparando cada uno nuestros respectivos atuendos, vivamos la Cuaresma
de una manera distinta a lo normal.
Esta
Cuaresma es esa chicota mala donde las haya, esa levanta horrible, ese dolor de
pies de una mantilla por una calle empedrada, esa candelería apagada por el
viento, ese nazareno en cuclillas cansado, un cirio sin llorar su cera, un
pregón sin ser leído, una partitura que seguirá en su carpeta, esas lágrimas
recorriendo una mejilla en cada casa, una junta de gobierno en un cabildo antes
de tomar una decisión dura, una Cruz de Guía que no abre un cortejo, una
canastilla sin caramelos ni fotos que dar, un incensario sin incienso, un palermo
que seguirá en su armario guardado, una túnica sin que la abuela de turno le
quite su tesoro más preciado la cera, una vara sin ser paseada con su garbo, fotógrafos
sin realizar esa instantánea que pudiese ser ese cartel, una corneta muda ¡qué
tristeza!, un tambor sin ser besado por su amiga infatigable la baqueta, un
alfiler que no encontrará tocado, un manto sin ser colocado en su pollero de
turno, esa flor que seguirá en su invernadero, un llamador quieto y silencioso,
ese pañuelo blanco esperando su perfecto doblez, esa peina que seguirá en su
caja, esa papeleta de sitio querida y esperada para ser ahora un simple lugar
olvidado, ese candelabro que no rozará ese saliente de la calle, esa bambalina
quieta esperando besar su varal, ese rosario esperando una mano suave donde
rezar, un costal dispuesto a trabajar y se quedara callado, una faja esperando
abrazar una cintura, unas zapatillas que no besaran las calles de nuestra
ciudad, y el azahar se cae porque llora un año más, pero este año no la verá
pasar, solo sabrá que habrá Semana Santa de una manera especial. Es ahora
cuando debemos demostrar lo que somos de verdad católicos, cofrades, personas
de fe de categoría.
Pachi
Giraldo
Pd.-
Felicidades a los José, Pepe, Josefa, Pepa, y por supuesto a cada uno de los
padres que hay.
lunes, marzo 16, 2020
sábado, marzo 07, 2020
EN MI HUERTO DE LOS OLIVOS: ¿QUÉ HA PASADO, ÁNGEL?
¿QUÉ
HA PASADO, ÁNGEL?
Hoy no
tocaba este artículo. Estaba preparado otro artículo que contaba una historia
de juegos de sombras. Pero hoy, has querido ser tú protagonista. Es raro en ti
querer ser protagonista. No hago nada más que darle vueltas a mi cabeza. Aún,
ese abrazo con tú amigo Antonio y con tú hermano Antonio, no nos podemos creer
que quisiste ir el primero a la gloria celestial.
¿Qué
ha pasado, Ángel?
Cuéntame,
necesito saber qué te ha pasado. No lo llego a entender. Me llamabas y
hablábamos. Me comentabas tus peripecias con la labor, encomiable, de estar
pendiente de tú madre. Me contabas esto y aquello. Me pedías ayuda y te la
daba.
¿Qué
ha pasado, Ángel?
Recuerdo
esos ensayos de costalero, en tus pasos pero en especial en ese palio de la
madruga cordobesa. Cada vez que venías con tu sonrisa al lado de tú amigo
Antonio Sinoga. Esos momentos de risas. Esas ocurrencias que tenías, que sólo
tu podías tener.
¿Qué
ha pasado, Ángel?
Recuerdo
esos ensayos en la banda en la que tocaste, al lado de mi hijo. De tus
innumerables momentos cuando tocabas. Cuándo me pedías consejo para ir a un
sitio o a otro. Cuándo trabajamos juntos. Cuándo íbamos a ayudar a algún vecino
tuyo con algún problema.
¿Qué
ha pasado, Ángel?
Quiero
seguir escribiendo de ti, pero no puedo. Me cuesta trabajo expresar todo lo
vivido juntos. No me lo puedo creer. ¿Pasó algo? ¿Qué guardabas? Dime… No
entiendo nada. Sólo te pido que nos esperes allí donde te encuentres, te fuiste
demasiado pronto, podías haber esperado un poco más…
Has
dejado un hueco muy difícil de poder cubrir. Eras tan servicial, que ahora te
tendrán que servir, tus compadres los ángeles del cielo. Nos dejas muy tocados,
espero que sepas cómo nos hemos quedado sin ti. Ahora mi Ángel, favorito y
preferido, protégenos y ayúdanos. Hasta que nos veamos amigo mío.
Ésta
primavera que va a entrar dentro de quince días, será distinta. Ésta Cuaresma
es distinta. Ésta Semana Santa será distinta. Las campanas de San Lorenzo, el próximo
Domingo de Ramos, te echarán de menos. Una tambora te echará de menos. Un
costal y una faja te echarán de menos. Mi corazón te echará de menos. Gracias,
Ángel. Espero seas ahora nuestro Ángel de la guarda.
Pachi
Giraldo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)