¿QUIÉN
LLEVA LA RAZÓN?
¿QUIÉN
TIENE LA RAZÓN?
Foto: Confianza y Vida
Nos
encontramos en una tesitura en la cual cada uno de nosotros, y
sálvese el que pueda, que en función de los que nos interesa, y
como lo interpretamos -problema de hoy en día- pues por normal
general nos creemos que llevamos la razón, le pese a quien le pese,
y le duela a quien le duela. Estamos viviendo una serie de
situaciones que, les voy a ser sincero, me siguen sorprendiendo. No
entiendo y se lo digo con la mano en el corazón, como se puede
actuar de esta guisa. Bueno si, mucho golpe de pecho, mucho beso
traicionero, pero en el momento que te des la vuelta te clavo por la
espalda mi traición.
Están
las redes sociales que echan humo con las distintas decisiones que
las Juntas de Gobierno, toman. No voy a entrar si acertadas o no,
cada uno sabrá porque lo hace y los motivos o razones que le llevan
a realizarlas. Voy a ¿quien lleva la razón? El beneficiado o el
perjudicado. El maestro o el discípulo. La Junta de Gobierno
entrante o la saliente. El que se ofrece o el que espera. El que dice
que es un buen cristiano, católico y cofrade o por sus actos sabemos
que sólo se lo cree él, y vive en una continua mentira.
Cada
uno, tiene sus razones. Sean buenas o equivocadas. Cada uno es el
mejor abogado defensor de sus razones y les aseguro que si en algún
momento peligra, somos capaces de cualquier cosa, sin importarnos
nada. Bueno, no me considero que esté entre esos. Pero son las
razones de cada uno, y esto, señores son palabras mayores. Cada uno,
va a defender sus razones, por encima de cualquier cosa, persona o
ante el mismísimo Dios. Porque es su razón y cada uno de nosotros
solo vemos lo que nos interesa y de la interpretación arbitraria que
cada uno de nosotros les damos a los asuntos que nos interesan.
Se
darán motivos que sean ciertos, se darán motivos que le interesen a
unos y esos mismos motivos serán motivo de queja o satisfacción en
función de lo que nos interese a cada uno. Y visto lo visto,
escuchado lo escuchado les puedo asegurar, que si uno abriera la
boca, más de uno haría como los avestruces y metería la cabeza
bajo tierra o saldría corriendo por piernas o sacaría pecho cual
legionario canta su himno.
Los
perdedores por las formas en las que se perdió. Los vencedores por
las formas en las que ganaron a los perdedores. Pero mi pregunta es:
¿Cómo se queda el trabajo realizado durante cuatro años? Se queda
en el olvido. Hablaba ayer en una cantina, con un café, con un amigo
que me decía: "Pachi, cada día me siento menos cofrade".
Muy fuerte. Mucho. Pero hablando con él, no decía nada más que
verdades. En que se está convirtiendo este mundo cofrade. ¿Donde
está la esencia? La borramos, ya no nos interesa. Sólo nos interesa
nuestro beneficio, a costa de quien sea. Pero cuidado que la vida son
dientes de sierra y sube y baja, cuando menos te lo esperas.
Este
amigo me decía, Pachi, hoy se ganan las elecciones no por los
proyectos o programas de uno o de otro. Las elecciones se ganan
porque llevo a esta banda y quito a esta otra, o porque quito o pongo
estos capataces. Esto es lo que queremos en nuestras hermandades. El
otro día hablaba con un Hermano Mayor y me dijo que él quería
dejar consolidado un proyecto de hermandad grande que no lo había.
Dije este si quiere que su hermandad sea grande, pero no por él,
sino por el resto de vida que tenga su hermandad. Este Hermano Mayor,
no quiere pasar a la historia, sino ser una parte de la historia de
su hermandad. Una humildad que esta en desuso, hoy en día.
También
pude hablar con otro ex Hermano Mayor, que ha dejado de ser hace sólo
unos días. Y me comentaba, que hace cuatro años nadie quería
presentarse o ser Hermano Mayor y ahora fijate que historias por
coger la vara dorada. Candidatos con sus Juntas de Gobierno, que
deben de tener cuidado con lo que dicen, y sobre todo con lo que
dijeron, unos y otros. Hoy es muy fácil, que te recuerden lo que
dijiste hace años. Puedo entender que se dijo en un momento de
calentón, de acuerdo. Pero si no supiste rectificar y continuaste en
tu calentón, te puede pasar factura durante mucho tiempo.
Después
están los que llegan y comienzan a desamueblar lo que esta bien.
Tanto los que están dentro de una Junta como los apósitos, que han
movido cielo y tierra, aferrados a un cargo. Ellos ya han sacado
pecho, como dije anteriormente, como legionarios ahora. No seáis tan
gallitos, que no es bueno sacar pecho así. En esta vida en la mesura
esta la virtud. Tantos unos como otros.
Bueno
les dejo por hoy, espero que se encuentren bien. Sean felices y
extrapolenlo. Y cuidado con los de la carita de ángel y la mano de
demonio, hoy se sabe todo. Discreción hay muy poca y sensibilidad
aún menos, a eso sí, mucho cuidado con la de cada uno que no la
toquen.
Pachi
Giraldo
Pd.-
Decía Albert Camus: “La necesidad de tener razón es signo de una
mente vulgar”. Ahí lo dejo, yo se lo que digo.