HACE
SEIS DÍAS
Resulta
que con los fines de semana que llevamos de procesiones y de otras
actividades, estamos en un frenesí cofrade que a muchos gusta y a
otros no. Unos defienden que se está perdiendo el verdadero sentido
que deben de tener este tipo de salidas extraordinarias, otros las
defienden de que las haya y así poder demostrar el sentido que deben
de tener. Y la cuestión es que llevan las dos partes mucha razón,
mucha. Y dónde esta la solución de éstas salidas extraordinarias,
pues creo, bajo mi humilde punto de vista, en realizarlas con el
sentido que deben de tener y que la escenificación sea la idónea,
no el simple hecho de sacar por sacar.
He
escuchado y leído muchos comentarios de unas salidas y otras,
comparando esto y aquello, porque si esto es por esto o si esto es
por aquello. Y la verdad, pasa como cuando juega la selección de
fútbol española, que todos somos seleccionadores. Cada uno tenemos
nuestra opinión, todos la tenemos. Y unos la expresan a su manera y
forma, otros a la suya o aquellos que simplemente observan.
De
las que hemos tenido en la ciudad en las últimas fechas, que han
sido varias, no voy a decir que bien unas y que otras no llegaron al
bien, porque no es así. Hay que mirar la idiosincrasia de cada
hermandad y en una extraordinaria se ve aún más lo que cada
hermandad es. Ya que se hacen a cara destapada y no todo el mundo
quiere salir a cara destapada. Hay de todo y nos guste o no cada
hermandad es un mundo distinto, nos guste o no. Hemos visto
hermandades de bulla, hermandades de menos bulla, hermandades serias,
y cada una de ellas se ha mostrado tal y como es. Y esto no es mejor
ni peor que una u otra, cada una es como es. Nos guste o no, esto es
así.
He
disfrutado mucho con cada una de ellas, porque yo soy de los que me
gustan que haya procesiones extraordinarias, con un verdadero sentido
y con la idiosincrasia de cada hermandad. Y para terminar con esta
introducción, veremos a muchos en Sevilla el próximo día 3 de
noviembre y quizás no hablemos tanto por ser quien es, pero a buen
seguro que la idiosincrasia de la dicha hermandad la expondrá en la
calle, como ella es.
Disfruten
de todo esto y no sean tan añejos, por favor, aunque es cierto que
también lo añejo le da un regusto a las cosas.
Pasando
a otra cosa mucho más importante para mí personalmente, resulta que
el pasado día 20, nació la hija de mi hijo. Si mi nieta, soy
abuelo. Solo les digo que momentos como ese, son demasiados bellos
para no exaltar. El nacimiento de una vida humana. Ver las caras de
una madre, recién dada a luz con lo que es ese acto, y la cara de un
padre que al ver a sus familiares esperando rompe a llorar como esa
hija suya recién nacida.
Todo
lo que se vive en ese espacio de tiempo, es de una intensidad tan
grande que es muy difícil de describir. Son momentos que se quedarán
en la memoria y recuerdo de cada uno. Ver las caras de los bisabuelos
del padre de la niña, las caras de los abuelos de ambas partes, las
caras de los familiares de un lado o del otro. permitan me la
expresión, no tiene precio. La intensidad de sentimientos que se
vivieron en ese instante, son únicos. Viva la vida de un nuevo ser.
Mi nieta ha nacido el día de Santa Irene, no es el nombre que han
escogido para ella, se llama Candelaria, por mucha simbología en la
familia. Pero Santa Irene, nombre que proviene del griego significa
"paz".
Ahora
es misión de toda la familia, por partes iguales, enseñar y educar
a esta pequeñita por el camino que tienen ambas familias. Seguro que
si. Podrán entender lo feliz que soy.
Bueno
les dejo por esta semana, sean felices y extrapolenlo, no se lo
queden solo para ustedes.
Pachi
Giraldo
Pd.-
Sigo erre que erre, la calle para la zaga de los Sáez p'acuando.
Creo que a esta familia de capataces se la merecen en su ciudad. Y
para ello los cofrades de esta ciudad deberíamos de ser un poco más
solidarios en pedir este tipo de aspectos.
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