JUEVES, DÍA DEL CORPUS CHRISTI
Ayer
me dirigía a la Parroquia de San Lorenzo para asistir a la procesión del Corpus
Christi que la hermandad del Remedio de Ánimas, celebra después de sus
respectivos cultos en la misma parroquia anteriormente citada. Entre al
interior y pude comprobar de nuevo, el altar de cultos que estaban allí
montados en torno al Santísimo Cuerpo de Dios.
Me
salí de nuevo al exterior y estuve saludando a distintos costaleros, al equipo
de capataces y a los cofrades que allí se congregaban para ver dicha procesión.
En torno a las nueve de la noche se comenzaba a mover el cortejo y una vez
formado se abrieron las puertas de San Lorenzo. Parecía que las golondrinas
estaban exaltando con su vuelos incansables, llenos de velocidad y algún requiebro
con su continuo piar que su Divina Majestad iba a cruzar el cancel y posterior
pórtico de San Lorenzo.
La
torre de San Lorenzo empezó a tocar primero para decirnos que eran las nueve de
la tarde noche, y después para indicar el comienzo de la procesión. Comenzó a
salir la Cruz de guía a salir seguido de un Niño Jesús en un templete llevado
por niños y niñas, delante de ellos la hija de mis amigos Rafael y Mª del Mar,
vestida de comunión ya que hacía dos semanas escasas había tomado por primera vez
el Cuerpo de Dios.
Detrás
el Libro de Reglas de la hermandad del Remedio de Ánimas y a continuación el
impresionante altar moviente que volvieron a realizar los miembros de la
hermandad encargados de realizar con verdadero sentido católico y cristiano, para
llevar por las calles de la feligresía al Santísimo. Muchos son los detalles
que lo impregnaban de verdadero sentido religioso.
De
allí se encaminaron por la estrechez y desnivel de la calleja Roelas y
sinceramente la estampa era preciosa. Aquí hago un “kit kat” para los
costaleros porque calle complicada por los desniveles del piso de la misma.
Aunque le quedaban otras que también tienen su dificultad. Pero queriendo ser
los pies del Divino Cuerpo de Dios, creo que eso no importaba.
Apresuré
el paso y me dirigí a la plaza de San Rafael para ver la llegada de la comitiva
a la Iglesia del Juramento. Allí empezaba a aglutinarse un poco más de devotos
para ver el paso de la Sagrada Custodia. La representación de la hermandad de
San Rafael, estaba allí en la puerta esperando que pasara el paso.
Me
llamo la atención poderosamente varios detalles. Los que allí nos congregamos
al paso de su Divina Majestad, nos santiguábamos, otros sólo estaban porque por
allí pasaba un paso. Pero me paro en ese creyente que al llegar el paso a su
altura no dudo en arrodillarse ante el Santísimo al pasar delante de él. Me
quede mirando lo que es saber estar a la altura de cada una de las
circunstancias y de las acciones que se deben de realizar en cada momento.
Contrarrestaba
con el resto de los allí presentes que unos lo hacían de una manera y otros no
hacían nada. Entonces te das cuenta de la falta de cultura o educación
religiosa que tenemos, no sólo la cofrade, que también la hay. Pero bueno,
supongo que debemos de ser nosotros los que cambiemos esta disposición para ir
mejorando tanto a los demás como a nosotros mismos.
Recordando
aquellos jueves y posteriores domingos donde se pasó la procesión del Corpus
Christi en Córdoba, se me viene a la memoria el capataz de aquel paso. Recuerdo
a D. Rafael Sáez Gallegos. Ahora el legado lo lleva su nieto, mi amigo D. David
S. Pinto Sáez. Que envidia, sana, de que seas el que lleva al Cuerpo de Dios en
su Custodia para que lo vean los cordobeses y todos aquellos que quieran verlo en
su paso.
D.
Rafael siempre fue una persona humilde en el trato hacia los demás. Capataz de
capataces para unos y otros. También se me viene a la memoria a su mujer Trini,
siempre con una sonrisa en su cara y con unas ganas de vivir impresionantes que
las deberíamos de tomar de ejemplo muchos de los que vivimos hoy en día. La
verdad, que se vienen a la memoria muchos recuerdos de esos días de la
festividad del Corpus Christi, es normal nos vamos haciendo un poco más
mayores.
Desde
aquí quiero dar mi apoyo a la acción que está solicitando el nieto de D. Rafael
Sáez Gallegos para que le dediquen una calle en nuestra ciudad, porque al igual
que otros, se la merece, ya que fueron tres los que marcaron una época en el
mundo de dar órdenes delante de los pasos en nuestra ciudad. Aunque con la
corporación municipal que hay en estos momentos, lo vamos a tener difícil,
David. Pero vamos a por ello.
Para
terminar, no quiero dejar de recordar lo que hace apenas cinco días me sucedió.
No dejo de pensar ni un solo día de lo que hizo mi hijo. Verte así de feliz no
cabe en el pecho de un padre y no te quiero decir nada en el pecho de tu abuelo,
que llorábamos como niños chicos. Espero que sigáis así los dos, esto es un
camino para andarlo a la vez los dos y si desfallece uno que el otro este a su
lado para ayudarle. También a ella, porque ha aceptado a mi hijo, al igual que
su familia, porque mi hijo tiene cosas buenas como malas, como todos las
tenemos. Espero que seáis muy felices y esa felicidad la extrovertáis a todos y
a todos los sitios donde estéis. Felicidades sois dos personas maravillosas. Os
quiero.
Termino,
cuidado que termina la feria, sigan siendo felices ustedes y hagan que lo sean
los demás que están a su alrededor. Les espero la semana que viene, no falten a
su cita.
Pachi
Giraldo
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