SANTOS
MÁRTIRES
Ayer festividad de San
Acisclo y Santa Victoria, dos de los muchos mártires que esta ciudad milenaria
tuvo. Por si no lo saben, Córdoba, es la segunda capital del mundo con más
mártires del mundo. Se me viene a la cabeza que pocos actos hay en nuestra
ciudad para conmemorar algo tan importante, por lo menos para los creyentes. Y
digo creyentes, y no digo cofrades, que los hay, que saben y tienen en sus
principios que antes de ser cofrades hay que ser católicos en todos los
aspectos. No sólo en salir de costalero, o ser nazareno o un simple hermano,
más. Puedo entender que no te gusten los que gobiernan tu hermandad, pero es
que hay más motivos por el cual movernos.
El otro día presencie
una misa de hermanos de una hermandad, qué más da cual, que era muy triste ver
los pocos hermanos que había en ella. Había hermanos un poquito más que devotos
o feligreses de esa Parroquia. Y viendo esa triste comparecencia de hermanos,
me preguntaba, ¿qué estamos haciendo mal? En que se han convertido las
hermandades. Sólo en celebrar cultos, que exceptuando unas pocas hermandades no
sólo van hermanos el día principal de los cultos, o en celebrar casetas de
feria, o de cruces de mayo, o para realizar ensayos de costaleros o para sacar
en procesión a sus Titulares. Sé de muy buena tinta que hay hermandades que
tienen una vida social, impresionante, pero y las otras. Dónde está la
formación y no hablo sólo de la formación cofrade, hablo de la otra. La
católica, la cristiana, aquella que nos enseñaron en los colegios, aquella que
nuestros padres nos llevaron de la mano a escuchar misa, si a escuchar misa y
no solo las misas de los cultos de una hermandad que ahí si aparecen algunos
más.
No voy a dar nombres de
nadie, pero el otro día me llegaba un sms por una red social que todos tenemos
hoy en día. Y era de un amigo, al cual le tengo una gran estima, que solicitaba
ayuda de cualquier tipo, para la labor social de su Parroquia. Es un cofrade
que además de colaborar en su hermandad, también lo va a realizar en su
Parroquia. Puedo entender que todos no tenemos el mismo tiempo, por el motivo
que sea, pero no poder echar una mano una mañana de sábado en tu Parroquia,
colaborando a llevar comida a las casas necesitadas de su feligresía. No se
pueden hacer una idea, cuando por ejemplo haces esto, llevar un canasto de
comida a una familia necesitada cuáles son las miradas de esas personas. Y las
hay creyentes y no creyentes. Pero también ven quienes son los que se preocupan
sólo un poquito en los demás. Esos ojos brillantes y esa mueca en su cara,
merece mucho la pena de que alguno de nosotros la experimentara un solo día. Seguramente
nos cambiaría a todos la manera de entender a los demás, porque casi todos
tenemos hoy en día de todo. Pero hay familias que no tienen que llevarse a la
boca. O que no tienen posibilidad de un juguete para algún hijo. O que no
tienen ropa para poder vestirse de una manera más o menos decente para poder
poner un pie en la calle.
A los cofrades, y no
digo todos, porque conozco a los que lo hacen, que no sólo estamos para sacar
nuestros Titulares en sus pasos, estamos para algo más. Por lo menos eso me
enseñaron a mí, quizás mucha culpa de ello lo tuviese el tener un tito
sacerdote en la familia. Llegan las fechas más familiares del año, pero los
cofrades, debemos estar todo el año. Cuando le veamos la espalda al Rey
Baltasar, parece que con él, también se van las buenas acciones de las que
hemos proposición de realizar. Pero que no sólo sean en estas fechas, es que
hay más meses en el año. Si tienes para dar algo, digo algo, ni mucho ni poco,
a lo mejor podríamos dar la mitad a mi hermandad y la otra mitad a alguien que
lo necesite. O como cada uno lo vea mejor, quien soy para decir como lo tienen
que hacer. Sólo les pido que lo hagan y verán caras con otra luz que hacía tiempo
no las tenían. Gracias.
También parece que los
consiliarios, o mejor dicho los párrocos de su respectivas Parroquias, se están
tomando un poco más en serio, a la hora de dar un visto bueno a una candidatura
o no, para que se presente a ser el HERMANO MAYOR de una hermandad. Esto es
mucho más importante de lo que parece. Empezando por la formación católica y la
presencia en la Parroquia de la cual tienen su sede canónica. Que no se duda
que no la tengan, sino que la enseñen y fomenten entre sus propios hermanos. De
verdad, echen un vistazo a su alrededor y se darán cuenta de muchas cosas. Hoy
por ejemplo, tomando un refresco en una taberna típica cordobesa, con un amigo,
me dice mi amigo, mira ese es el Hermano Mayor de la Cofradía tal, y este buen
señor, nos mira con la misma cara de Barrabás cuando a él lo liberaron y a
Jesús, lo sentenciaron. Y me pregunto ¿Usted representa a una hermandad? ¿Sabe
usted, perdonar? ¿Sabe usted de verdad que es ser católico? ¿Cuándo se pone
usted el hábito de nazareno, de su hermandad, de verdad sabe lo que hace?
Porque viendo su actitud de hoy, que flaco favor le hace a su hermandad y lo
que es peor aún a su entorno más cercano. Y sino, lea la vida de alguno de los
Santos Mártires de nuestra ciudad que lo mismo le ayuda a ser mejor cristiano.
Sean felices y extrapólenlo,
las malas maneras, formas y actitudes, dejen las en la primera papelera que
vean.
Pachi Giraldo
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