ESTO
ESTÁ AQUÍ ¡YA!
Pues vaya parecía que
estaba lejos y nada más lejos de la realidad, puesto que esto está aquí ¡ya!
Cuantos días con sus noches hemos soñado que llegara este día. Pues si hoy es
ya Viernes de Dolores. Hoy habremos salido por la mañana a ver las procesiones infantiles
por los distintos colegios de nuestra ciudad con esas pequeñas comitivas llenas
de inocencia y con esas sonrisas que nos iluminarán el día, a pesar de nuestras
oscuras preocupaciones que nos enturbian nuestros días.
Así que ya hecho esta
primera visita iremos a la Plaza del Cristo de los Faroles a visitar a la
Señora de Córdoba, un año más. Allí nuestras rogativas ante Ella, las haremos
con más hincapié aún. En su camarín nos volverá a recibir y los cordobeses le
rendiremos pleitesía. A más de uno se nos caerá alguna lágrima rezando ante
Nuestra Madre. Siempre será añorada por este humilde escribano, por una promesa
incumplida.
Una vez hecha la visita
a la Virgen de Córdoba, allí mismo podremos comprobar otros eventos como el
besamanos de María Stma. de la Paz y Esperanza. La blancura de la Paloma de
Capuchinos dará más luz a la blanca plaza donde reina uno de los símbolos de la
ciudad como el Cristo de los Faroles, donde también se venerará con velas y
flores para que siga ayudando a todos aquellos que dejen su oración ante esta
imagen de piedra.
Sin salir de allí
también se habrá visitado a otra hermandad que radica en la sede de los
capuchinos. La hermandad de la Sangre con la impresionante imagen de Ntro.
Padre Jesús de la Sangre. Aún no sigue entender cómo te pudo despreciar un
pueblo ante tu bondad, ante tu perdón, ante su sufrimiento, ante tu dolor por
los demás. Un poquito más a la derecha estará Ella, en su palio particular y
único. La Reina de los Ángeles está bajo su cielo con la comprensión de su
discípulo San Juan con su mano cariñosa dando comprensión al dolor de Ella.
Así seguiremos
visitando todo lo que podamos ver en lo que reste de mañana, antes de ir a
almorzar.
Veremos las últimas
túnicas salir de las casas de hermandad, se comprarán los últimos detalles que
a cada uno de nosotros le hagan falta. Guantes blancos o negros, zapatillas de
esparto, ganchillos para encajar las mantillas, rosarios de acompañamiento, la
guata para los “jartibles” del terno negro, pañuelos blancos para los bolsillos
de las chaquetas, zapatos preparados y limpios como la patena, túnicas
preparadas en las casas colgando para evitar que se arrugue antes de vestirse
con ella, capirotes huérfanos de cubre rostro que lo encuentran después de una
cuaresma a la espera, costales pulcros como nunca lo estuvieron para salir con
sus mejores galas y colores, medias para esas mantillas elegantes, broches para
dar ese toque único a las mismas, papeletas de sitio preparadas para que no se
olviden, nervios en el estómago como si fuesen esas famosas mariposas que se
dicen tenemos cuando estamos enamorados, el papel de estraza ya ha realizado su
trabajo de limpieza en las túnicas, las planchas descansan un poco, los
programas de mano se coleccionan y se empiezan a ultimar los sitios donde poder
ver las hermandades con los nuevos recorridos de las mismas, los pebeteros
echan hoy más humo a olor a incienso que nunca, ese humo que por cada rincón de
la ciudad se respira, el azahar se abre aún más al ver la alegría de todos los
que pasan al verle, los instrumentos se encuentran ya más brillantes y
esplendidos para acompañar con su música a nuestras imágenes, los trajes de
unos y otros estarán preparados para ser puestos y mostrar su elegancia. Los
turistas llegando en masa para ver algo único. La carrera oficial preparada
para estar engalanada en su máximo esplendor. Los escaparates con sus altares
gritando que llega la Semana Santa. Las cámaras de fotos preparadas con sus
objetivos para coger esa instantánea que sea la mejor que hayan podido tomar
ellas mismas. Las bolsas de pipas en toneladas preparadas para que sean
escogidas por uno de nosotros. Tambores se escuchan de fondo como preludio de
lo que viene. Las fotos para entregar las a los espectadores, esperando a ser
cogidas y besadas. Las bolas de cera en lo alto de la mesita de noche de
nuestros hijos para tener al final la bola más grande y colorida de todas.
Tenemos señales que, parecen venir del lejano oeste, con el retumbar de
tambores y señales de humo de incienso.
Los que no hayan podido
ir por la mañana lo harán por la tarde a la plaza del Cristo de los Faroles. Por
la tarde volveremos a salir a ver a nuestros “Cristos” realizar sus Vía Crucis,
acompañando para que su soledad no sea tan dura, rezaremos por sus catorce
estaciones para comprender lo que sufrió por nosotros y que aún somos tan
ingratos al no querer darnos cuenta de ello y por la falta de respeto de unas
creencias religiosas. Loaremos a voz populi cuáles son nuestras creencias sin
renegar de ella.
Las madres y las
abuelas en sus cocinas realizando esos dulces que son únicos e inigualables por
ese sabor tan especial que le dan ellas con sus manos exquisitas. Se respira
otro ambiente que hace que la semana que viene sea tan especial e inigualable.
Disfruten y sean
felices y extrapólenlo que sólo resta un día para que San Lorenzo abra su
cancel para dar paso al Señor de Reyes en su entrada Triunfal donde lo
acompañara la Palma. Desde Santiago el Cristo de las Penas encandilara a su
barrio acompañado por dos madres, Desamparados y Concepción. Desde los
Trinitarios vendrá la soledad del Señor de Córdoba con su Amargura. Cerca de
allí los “calés” sacaran a su moreno Señor de las Penas con la belleza de la
Esperanza. Al sur, allí arriba en el Cerro, vendrá la hermosura del Silencio en
su desprecio, llegará el Amor a Córdoba y con ellos la bendita Encarnación
defendiendo el derecho a la vida y por último desde la Axerquía llegarán las
oraciones en el huerto de los olivos de Nuestro Señor, veremos una columna a la
cual está amarrado el mismo Señor orante y después de Ellos la luz de las
candelas, la Candelaria iluminando la noche del Domingo de Ramos.
Esto está aquí ¡ya!
Pachi Giraldo
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