SEMANA
NEGRA
Acaba
una semana negra para el mundo de abajo. Que conozca en tres lugares
distintos, nos dejaron tres costaleros de categoría. Y no, no
conozco a ninguno de los tres. En Sevilla, Córdoba y Madrid, tres
costaleros no se volverán a poner la faja aquí abajo. Seguramente
lo seguirán haciendo allí arriba, en ese paso celestial, al cual,
unos y otros, tenemos de que cuando nos llegue nuestra hora, alguno
de los magníficos capataces que ya están en el cielo, nos puedan
igualar en algún paso celestial.
Pero
por tres lados me llegan los comentarios de buenos amigos tanto en lo
personal como en el trabajo bendito de ser costalero. Tres costaleros
amigos de tres costaleros fallecidos. Que Dios los tenga en su
bendita gloria. Me comentan estos amigos de ellos, que eran muy buena
gente, tendrían sus defectos como todos los tenemos, pero en el
convivir con ellos me hablan que dejaron huella en sus tres amigos.
No
estamos aquí los costaleros para que nos reconozcan si somos mejores
o peores, ahí cada cual sabrá lo que hizo o dejo de hacer, pero
cuando tres amigos de los costaleros que llamaron a la Gloria, hablan
así de ellos, como mínimo buenas personas tuvieron que ser. Me
hablan de sus buenas maneras y características de cada uno de ellos.
Así,
por los distintos avatares de esta vida, que parece se empestilla en
darnos más malos ratos que buenos, tendremos que disfrutar de los
buenos que se nos quedaron. Es por lo tanto, que sabiendo el mal
trance, por el que están pasando todos los seres queridos de cada
uno de ellos, familiares, amigos, compañeros de trabajadera y
respectivas hermandades, el mejor recuerdo que les podemos realizar a
cada uno de ellos, es que sus espíritus continúen dentro de los
distintos pasos que sacaron. Sinceramente creo que es el mejor
homenaje que los que nos quedamos aquí abajo, les podemos dar a
estos tres costaleros de Dios y su Bendita Madre.
Quedan
momentos muy duros y peliagudos, seguro, pero seguro que será mejor
recordarlos tal y como eran, como nos gusta a nosotros la gente de
abajo, es sabiendo que ellos siguen debajo de sus pasos alentándonos
desde el cielo.
Se
me viene a la memoria un párrafo de mi Pregón del Costalero de la
ciudad de Córdoba del año 2015:
“Cuando
te falte ese aliento de fuerza para seguir levantando hacia arriba o
caminar, recuerda que a tu lado llevas a otros, que cómo tú, se
llaman: costalero. Y siendo humilde, honesto, sufridor, valiente,
orgulloso, leal, obediente, agárrate de mi cintura y lloraremos
juntos debajo de un paso, ¡qué amistad!, como esa no la encontrarás
en la vida. Esa amistad ha nacido, forjada y arraigada llevando al
Hijo de Dios o a su Bendita Madre, qué mejor bendición puede
tener.”
Este
es hoy mi artículo de esta semana, este pequeño y humilde homenaje
a estos tres costaleros. Ahora se volverán a fajar su faja y a
colocar su costal en el mejor sitio. Allí arriba. Descansen en Paz.
Va por ustedes.
¡¡¡Ahí
se queó!!!
Pachi
Giraldo
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