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Cuando el siglo XXI ha traspasado ya la frontera de su primera década, nadie duda que Internet está íntimamente imbricada en nuestra sociedad. Lógicamente, nuestras hermandades no han permanecido ajenas a este fenómeno y en la actualidad son 27, sin contar a las de gloria, las que cuentan con presencia en este medio cuya versatilidad les permite ofrecer, además de una completa información y datos, imágenes, vídeo o sonidos, un vehículo de rápida comunicación con los hermanos.
Eran pocos los cofrades que creían en este medio allá por el año 2000, cuando solo cuatro hermandades (Rescatado, Esperanza, Expiración y Pasión) tenían presencia en la red, convirtiéndose así en pioneras del movimiento cofrade en el ciberespacio, gracias al trabajo y dedicación de algún hermano que, con mayor o menor conocimiento en la materia, creaba y ponía en funcionamiento aquellas primeras webs.
Con la llegada de la banda ancha, Internet se popularizó y en las distintas hermandades comenzó a surgir la figura del hermano informático , aquel que con un generoso y desinteresado trabajo conseguía dotar a su hermandad de una presencia en la red de redes cuya calidad dependería de los conocimientos y dedicación del citado hermano.
La página web pasaba a convertirse de esta forma en una herramienta de información para hermanos y visitantes, si bien aún quedaba, y sigue quedando hoy en la mayoría de los casos, pendiente su conversión en un auténtico instrumento de prestación de servicios, es decir, su conversión en una auténtica ventana virtual de la hermandad. Y es que, en muchísimos casos, elhermano informático trabajaba en soledad, al margen incluso de las propias juntas de gobierno que no facilitaban su trabajo al ver en su labor algo ajeno a sus deseos e intereses. Aún hoy son muchas las juntas de gobierno que prefieren la utilización de otros medios diferentes para comunicar las actividades de la hermandad, dando poca importancia a sus propias webs, si bien en los últimos tiempos esta situación, afortunadamente, va cambiando.
La soledad antes referida y el hecho de que en la mayoría de los casos, el hermano informático era un hermano joven cuya situación laboral o familiar cambiaba, propició el hecho de que muchas de aquellas primeras páginas webs fueran abandonadas o tuviesen una vida intermitente (situación que hoy día aún se da) sin ofrecer nada nuevo o interesante al visitante. A esto ha habido que unir, en la última década, los cambios de juntas de gobierno que han favorecido el hecho, no poco frecuente, de que la nueva junta no viese con buenos ojos al hermano que había trabajado para la junta anterior y lo considerasen poco menos que un espía al servicio de la oposición. También problemas internos en el seno de las propias hermandades provocaban la paralización e incluso el cierre de la web hasta la aparición de un nuevo hermano informático distinto al anterior que hiciese una nueva web. En este contexto se han llegado a dar casos de hermandades que han llegado a tener incluso tres páginas webs diferentes en los últimos diez años.
Una década después, cuando las tres cuartas partes de nuestras hermandades tienen presencia en internet, nos encontramos con una situación variopinta, coexistiendo páginas actualizadas frecuentemente con otras de escasa actualización, semiabandonadas o, simplemente, abandonadas. Y es que el verdadero caballo de batalla está, no ya en la creación del sitio web, sino en su actualización constante, que exige una dedicación por parte del hermano informático , en la mayoría de los casos poco reconocida. Quizás la solución se encuentre, como ocurre ya en otras capitales, en recurrir a la contratación de servicios de creación de webs acompañados del mantenimiento de la misma, lo que liberaría al citado hermano de estas tareas y dejaría en manos de la propia junta de gobierno el control de este medio de información, con independencia de los cambios en dicha junta.
Sea como fuere, el hermano informático se ha hecho ya habitual en nuestras hermandades y su papel, lejos de desaparecer, comienza a introducirse en otros ambitos como la gestión de bases de datos de la hermandad o la confección y maquetación de no pocos boletines. Y es que el progreso manda.
DIARIO CÓRDOBA
