Aunque ahora muestren obras de 40x50 centímetros, el anhelo de la prohermandad de Cañero es todo menos una miniatura.
07/04/2011 JUAN M. NIZA
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Los cofrades tienen sueños, pero ni la mitad de los que tienen los de las prohermandades. Son los sueños de los del Cristo de las Lágrimas, en el Parque Figueroa; los de La Lanzada, en Fátima; los del Traslado al Sepulcro y La Exaltación, en el barrio de la Paz... En Cañero, ese anhelo se manifiesta esta semana en siete pequeñas grandes obras, las miniaturas de pasos que expone hasta el domingo la prohermandad de San Vicente Ferrer. "¿A qué paso me gustaría que se pareciera el de mi futura hermandad?... No sé, quizá al del Gitano ", dice con una sonrisa de oreja a oreja Rafael Herrador, coordinador de la prohermandad. Y es que a Herrador la sola idea de que algún día salga un paso auténtico desde Cañero con el porte del de Jesús de las Penas hasta le cambia la voz. De hecho, ese paso es uno de los siete que, a lo largo de 13 años, ha ido reproduciendo milimétricamente. Junto a él se muestran en la iglesia de Cañero los de El Rescatado, El Calvario, El Huerto, El Caído, Reina de los Mártires y Animas. Y es que la ilusión no ocupa lugar. En Cañero, sin ir más lejos, la esperanza ocupa pasos de 40x50 centímetros.
DIARIO CÓRDOBA
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