Como cada año, el primer sábado de septiembre el pregón a la Virgen del Socorro abre las fiestas y actos que los socorreros dedican a la patrona del mercado central.
05/09/2010 FRANCISCO MELLADO
La basílica de San Pedro acogió anoche el pregón a la Virgen del Socorro, un pregón marcado por la nostalgia de la ermita del arco bajo, que aún sigue en obras. Una nostalgia que se palpaba en la mirada de los socorreros, si bien, poco a poco fue disipándose, aunque sea momentáneamente, ante el selecto verbo del pregonero de este año, el sacerdote y periodista Antonio Gil Moreno.
Tras la presentación, llevada a cabo por el historiador Juan José Primo Jurado, tomó la palabra Antonio Gil para de forma clara y directa proclamar las glorias de la patrona del mercado central, la Virgen del Socorro.
Antonio Gil comenzó su disertación con delicadas palabras dirigidas a la popular imagen de la Virgen del Socorro: "El tercer destello que nos fascina en esta imagen es la grandeza, la sublimidad o, si queréis, la realeza de María, que se desprende, que se respira, que se percibe en la silueta de la Virgen del Socorro".
El sacerdote prosiguió con un canto teológico hacia la Virgen citando a diversos teólogos que han ofrecido su visión de la Madre de Cristo. A continuación ofreció una profunda reflexión sobre la situación actual del cristiano, enlazándola con la imagen de la Virgen y la hermandad que le rinde culto: "Frente a la fuerza del secularismo, del relativismo y del consumismo, la religiosidad popular ha de ser el polo magnético que nos une a todos, el signo visible de nuestras almas y de nuestra identidad cristiana".
Para concluir el pregón, el orador ofreció un canto poético a la Virgen del Socorro rememorando los versos de poetas como Pablo García Baena, Juan de la Encina o Miguel D´ors.
En el mismo acto se presentó el cartel anunciador de la hermandad para este año, ilustración que prologará las fiestas y procesión de la Reina de la Corredera.
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