La ceremonia religiosa dará comienzo esta noche a las 20.00 horas. Demetrio Fernández será quien imponga la corona a la Virgen.
14/05/2011 FRANCISCO MELLADO
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La Virgen de Linares espera en la Catedral que hoy el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, le imponga la corona con la que la ciudad de Córdoba sella más de siete siglos de devoción hacia Nuestra Señora la Purísima Concepción de Linares.
Ayer el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, ponía fin al triduo que se ha venido celebrando como preparación a la ceremonia que tendrá lugar hoy en la Santa Iglesia Catedral. La imagen de la Virgen permaneció en un austero altar exornado con jarras y centros de rosas blancas situado en un lateral del altar mayor de la Catedral. Un montaje que contrastaba con la suntuosidad con la que se ha podido ver a la Virgen durante estos días, sobre todo en el espectacular montaje que la hermandad del Remedio de Animas le ofreció durante su estancia en San Lorenzo.
No obstante, el punto álgido del histórico acontecimiento se vivirá esta noche a las 20.00 horas cuando dé comienzo la solemne pontifical que estará presidida por el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández. Durante la eucaristía se procederá a la coronación de la imagen de la Virgen de Linares, donde actuarán como padrinos el Cabildo de la Catedral cordobesa y la comisión de honor creada para tal efecto.
La ceremonia se desarrollará en el altar mayor de la Catedral alrededor del cual se repartirán los fieles, los más alejados podrán seguir la ceremonia a través de diversas pantallas ubicadas en el interior del recinto.
Tras la conclusión de la ceremonia, la imagen permanecerá en la Catedral donde se organizará una vigilia. No será hasta mañana domingo a las ocho de la mañana cuando la Virgen sea portada en parihuelas hasta su santuario presidiendo la tradicional Romería que lleva su nombre.
LA CORONA En cuanto a la corona que Demetrio Fernández le impondrá a la imagen, ha sido diseñada por el joyero cordobés Marcelino Barrena, encargado asimismo de su ejecución. Según el autor, la pieza pretende ser un homenaje a la antigua joyería cordobesa. Por ello, el diseño está basado en "el estilo movido o montado", que implica un trabajo "ensamblando pieza a pieza huyendo del tradicional cincelado". La corona ha sido realizada en oro, plata y piedras preciosas, donde destacan las aguamarinas en clara alusión a la iconografía de la Inmaculada Concepción.
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