Tras una eucaristía en el patio del Colegio Salesiano, la imagen de María Auxiliadora recorrió las calles del barrio de San Lorenzo [epigrafe.135]. CRONICA.
25/05/2011 FRANCISCO MELLADO
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Los balcones engalanados de rosa y azul celeste cerca del Santuario de María Auxiliadora alertaban que ayer era día grande en el barrio de San Lorenzo. Como cada año al llegar el 24 de mayo se avecinaba una marea de gente con los característicos colores grabados en el corazón.
Si en los últimos días se vivieron momentos de recogimiento en el templo, donde cientos de fieles volvieron a entonar el Rendido a tus plantas , ayer era el día de la Madre Salesiana, el día en el que el barrio en honor a Ella se tiñe de rosa y azul. Así, por la tarde, la Virgen cruzó el dintel de su santuario para dirigirse hasta el patio del Colegio Salesiano, donde fue recibida por el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, y cientos de fieles que abarrotaron el patio del colegio, igualmente engalanado de rosa y azul.
Tras la emotiva eucaristía, donde el obispo de la diócesis invitó a tener a la Virgen en el corazón, María Auxiliadora, sobre su dorado paso exornado con flor blanca, comenzó su glorioso caminar a los sones de la banda municipal del Carpio. Un camino que estuvo precedido por el paso de Santo Domingo Savio y San Juan Bosco, este último al igual que la Virgen, portado por costaleros. La comitiva recorrió las principales calles de San Lorenzo, para regresar a su santuario tras sembrar de devoción salesiana las calles de un barrio que cada 24 de mayo se viste de rosa y azul.
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