CALENDARIO COFRADE

SEGUIDORES

domingo, enero 05, 2014

LA OPINIÓN DE MARÍA GIRALDO

Un poco de mí, para ti

Paseaba hace un par de días por la plaza de las Tendillas, para no variar, iba inmersa en mi mundo –un tanto peculiar, por cierto-, cuando decidí buscar fuentes de inspiración para este, mi próximo artículo. Con paso firme fruncí el ceño, adelanté la cabeza y achiné los ojos, había dejado de ver para comenzar a mirar, fue entonces cuando me sorprendí al ver una pareja dándose un beso tan tierno como fugaz, no me hubiera suscitado interés a no ser porque esa pareja superaba con creces el medio siglo. ¿Existen aún esas personas que estén juntas más por amor que por rutina? Sin duda, después de ese gesto, existe una respuesta clara en mi cabeza: SÍ, un sí rotundo, un sí capaz de romper con todos los esquemas, con esta sociedad que cree tenernos bajo su dominio. Cito –de manera más o menos textual- a un amigo muy cercano a mi familia y es que este exclama con frecuencia: “¡Ahora las parejas compran los frascos del amor muy pequeños!”, «¡Cuánta razón!» Pensé yo la primera vez que lo escuché, pero os invito a reflexionar un poco… ¿Existe el amor con fecha de caducidad?

Una vez tratada esa vivencia que tantas ganas tenía de compartir con ustedes, abordo un tema que me han planteado las personas que han leído mi primer artículo, más que un tema es ya un tópico: La sociedad. 

Creo que no soy la única que considera que la sociedad va en decadencia, todos tenemos un referente adolescente en el que podemos comprobar que mi afirmación está muy lejos de ser un disparate. Esta sociedad parece ser un carruaje, sí, un carruaje como si de antaño se tratara, como si fuésemos caballos con los ojos tapados, siempre mirando al frente, sin parar a reflexionar, sin cuestionarnos por qué hacemos lo que hacemos, o por qué lo hacemos de esa manera. Somos parte de un rebaño, borregos que corren creyéndose libres pero que están encerrados en unos cuantos metros de campo.

Hoy día no sabemos intercambiar opiniones, sino que está de moda discutir; ahora no sabemos argumentar, sino que lleva más razón quien más alza la voz; actualmente no sabemos hablar sin herir a los demás y creemos que la mejor defensa es un buen ataque. ¿Por qué no nos manifestamos contra esta sociedad que dormita? ¿Por qué los ‘frikis’ son aquellos que intentan hacer avanzar la sociedad estudiando cada día? Quizás sean demasiadas preguntas sin respuesta.
Ojalá y esta sociedad pidiera por reyes un poco de personalidad, hoy que veremos a Nuestras Majestades llenas de purpurina, de lujosas carrozas, acompañadas por todo un cortejo real, podríamos pararnos a pensar que probablemente nos haga más falta un poco de coraje, afán de superación y no de protagonismo -me incluyo la primera y sálvese quien pueda- en vez de tanto producto con la manzanita, de tantas marcas.

Traigo a colación una experiencia propia, cuando llega la Navidad, todos nos solidarizamos con el prójimo para darle alimento, alimentos no perecederos porque al parecer los pobres no tienen por qué degustar alguna otra cosa. Fuera de críticas constructivas, expongo que personalmente, yo que tengo más de lo que me merezco e incluso más de lo que quiero, yo que me paso el día con un teléfono en las manos que podría dar para muchos kilos de comida, hace unas tres semanas en la campaña del banco de alimentos, a la que –por desgracia- no pude asistir, vi como a los ayudantes que regalaban su tiempo para ir llenando cajas con comida le daban una camiseta, en una situación normal, una chica normal de diecinueve años habría pensado: «El blanco y azul no son colores para llevar en invierno», esta afirmación no tiene por qué ser mentira, pero para mí no es válida, yo pensé –quizá preferí pensar-: «Me hubiera hecho ilusión tener esa camiseta en mi cajón», y no podría ser más cierto, sería todo un orgullo.

P.D: Os invita a reflexionar una adolescente con la cabeza llena de ideas, como si de una lluvia de ideales se tratara, la misma adolescente que pidió para su dieciocho cumpleaños la tarjeta de donante de órganos. 

Sean felices, gracias por vuestro tiempo y recordad el vasito de leche y las galletas esta madrugada.

María Giraldo Cecilia

No hay comentarios:

Publicar un comentario