TEMPORADA
ALTA
La pasada noche llegaba
a casa y me encontré con el Vía Crucis de Ntro. Padre Jesús de las Penas,
llegando a Santa Marina. De verdad, que la presentación era impresionante.
Tambores roncos delante de la Cruz de Guía que abrían un cortejo serio y con
una puesta en escena sensacional. El Señor con su túnica morada daba una
impresión sensacional de como se deben hacer las cosas y darle el verdadero
sentido a cada acto de una hermandad. Respecto a esto último, discrepo, en el
que se va a realizar mañana sábado por parte de la Agrupación de Hermandades de
Córdoba y a la hdad. de la Estrella, con su titular. Pero de ello ya lo
comentaré en otro momento.
La cantidad de personal
que se congrego en dicha plaza ante la atenta mirada del maestro de maestros de
la torería, Manolete, y con los contemplativos azulejos que engalanan dicha
plaza, se respiraba un ambiente muy, pero que muy deseado por todos. La nube de
humo blanco del incienso elevada a los cielos daba paso a la imagen de “Manué”,
portado por su equipo de capataces al mando y sus costaleros llevando la
parihuela. Acompañado por un trio de música de capilla que ponía la nota
musical correcta para el evento.
Esa misma tarde fui a
que me impusieran la ceniza como debemos de hacer todos aquellos que nos
consideremos católicos y cofrades. Pero antes católicos con lo cual debemos de
seguir teniendo en cuenta que es lo primero y lo que va después. Fui a una hora
que me lo permitían mis obligaciones profesionales y disfrute con la cantidad
de personas que allí nos encontrábamos.
Así a la mañana
siguiente cuando me disponía a conducir se me vinieron a la memoria imágenes de
la noche anterior. Al pasar por la plaza hubo detalles que me hicieron pensar
que estábamos en temporada alta. Los montones de cáscaras de pipas en el suelo,
los grupos de amigos reunidos para ver en distintos lugares el paso de la
comitiva. Los “jartibles” vestidos para el día como debe de ser. La guata daba brillo a los cabellos de los
“jartibles”. Los católicos cofrades santiguando se ante el paso del Señor.
Instantes que te hacen dar cuenta que están aquí los cuarenta días más intensos
de un cofrade.
Hoy se le quita la
primera pierna a la vieja Cuaresma que mi tita Mercedes, me tendrá preparada
como todos los años. Hoy ya tenemos muchos actos de los que nos gustan de ir
para un lado y a otro. De cruzarnos por las calles de esta ciudad bendita y
saludarnos con la mano al aire a unos y a otros.
Anoche, tuve el honor y
orgullo de ser el moderador de una mesa
redonda de capataces. Los cuales tienen a sus espaldas la friolera de
125 años llenos de anécdotas tanto positivas como las que lo fueron menos
positivas. Se trataron temas de actualidad y también se hizo un retroceso a los
años setenta y ochenta y tantos, para que los asistentes que estuvieron allí
presentes -menos de lo que me esperaba- y se dieron situaciones muy
interesantes. Casi al final se dejo a los allí presentes que hicieran preguntas
a los capataces. Hay que felicitar a AMHICO por la iniciativa de realizar este tipo de actos, además de la magnífica
exposición de pasos en miniatura y con la colaboración de hermandades como la
Esperanza y la del Rescatado de nuestra ciudad. Detalles que muchos de los
cofrades de hoy en día no tienen edad de haberlos visto y con este tipo de
exposiciones se nos instruye en la historia de las hermandades en sus
comienzos.
Me cuesta no ver más
iniciativa por parte de los comercios de la ciudad, me refiero a tener
escaparates con alguna simbología del tiempo en el que estamos, por muy sencillo
que sea. Me gustaría oler por las distintas calles que paso a algún vendedor de
pebeteros de barro con su carbón e inciensos. Así yo ya le estoy pidiendo a mi
madre que me haga pestiños, torrijas, palitos de leche y las deseadas galletas
de coco que vuelven locos a mis hijos.
Dispongan se a
disfrutar de estos días llenos de actos de todo tipo. Sean felices y
extrapólenlo. Estamos a muy poco para que las madres nos quiten la cera de la
túnica con el papel de estraza. Para que sigamos pidiéndole que nos lo tengan
todo limpio y preparado. Los trajes se sacan ya para que se puedan limpiar. Se
vuelven a comprar los capirotes de cartón, de rejilla. Las música se escucha
por muchos coches y en algunos huele a incienso. Las mujeres se vuelven a
probar sus vestidos de mantilla. En las casas se vuelve a quemar incienso en
grandes cantidades. Señores estamos en temporada alta.
Pachi Giraldo
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