Escrito por José Antonio Rodríguez Sábado 30 de Julio de 2011 10:01
El paso del Cristo de la Coronación de Espinas, de la hermandad del Valle, ha sido trasladado al taller del carpintero José Luis Morales con objeto de ejecutarle una nueva parihuela. Se trata de la primera fase para el proyecto de restauración integral del paso que la junta de gobierno de Lucas Mairelespretende llevar a cabo a lo largo de este mandato.
El traslado de las andas se realizó el pasado jueves y, cuando regresen ya alojará en su interior la nueva parihuela. Tras el verano, la junta de gobierno se pondrá a trabajar en una futura restauración que devuelva el esplendor original a este extraordinario paso.
Un paso de 1918
El paso del misterio de la Coronación de Espinas procesiona sobre una original canastilla ejecutada en 1918. Fue diseñada por Gonzalo Bilbao y se caracteriza por entroncar en ella motivos vegetales y rocallas sobre un perfil de líneas rectas. Lo más peculiar de este paso y por lo que es popularmente conocido son los pequeños espejos dispuestos a lo largo del conjunto, en los huecos calados que deja la talla.
Fue objeto de una reforma en 1967 en la que se suprimieron los espejitos por cartelas de Antonio Vega Sánchez. En 1975, la hermandad enmendaría esta actuación devolviendo los espejos al paso. Otra reforma data de 1974 en la que se le adaptaron los cuatro faroles de metal plateado de Manuel Seco Velasco.
Toda una joya que la hermandad del Valle se dispone a recuperar cuando falta poco para que cumpla su primer siglo de vida.
El traslado de las andas se realizó el pasado jueves y, cuando regresen ya alojará en su interior la nueva parihuela. Tras el verano, la junta de gobierno se pondrá a trabajar en una futura restauración que devuelva el esplendor original a este extraordinario paso.
Un paso de 1918
El paso del misterio de la Coronación de Espinas procesiona sobre una original canastilla ejecutada en 1918. Fue diseñada por Gonzalo Bilbao y se caracteriza por entroncar en ella motivos vegetales y rocallas sobre un perfil de líneas rectas. Lo más peculiar de este paso y por lo que es popularmente conocido son los pequeños espejos dispuestos a lo largo del conjunto, en los huecos calados que deja la talla.
Fue objeto de una reforma en 1967 en la que se suprimieron los espejitos por cartelas de Antonio Vega Sánchez. En 1975, la hermandad enmendaría esta actuación devolviendo los espejos al paso. Otra reforma data de 1974 en la que se le adaptaron los cuatro faroles de metal plateado de Manuel Seco Velasco.
Toda una joya que la hermandad del Valle se dispone a recuperar cuando falta poco para que cumpla su primer siglo de vida.
Pasión en Sevilla
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