UNA
SEMANA SANTA DIFÍCIL
Hace ya cinco días que
acabo la Semana Santa 2016. Una Semana Santa difícil para el que suscribe, la
verdad sea dicha. Demasiadas emociones, pero casi todas estas emociones, no
estuvieron a la altura de lo que esperaba uno. Aunque hubo algunos momentos que
sí estuvieron a la altura de lo que uno espera en una semana llena de
sensaciones.
En el aspecto personal,
fue una semana muy dura, por muchos motivos que se quedarán en ese departamento
del olvido en mi memoria. Y para colmo caía malo por culpa del frío que
hicieron esas noches. Lo peor no poder realizar estación de penitencia vestido
de nazareno, en una hermandad de silencio, que de verdad uno tiene mucho tiempo
para poder pensar y reflexionar.
Sobre lo que pude vivir
en mi Semana Santa, la verdad sea dicha, que hay cosas que me gustaron y otras
que no lo hicieron. Pero así es la vida. Por comentar algunas aspectos que los
vi positivos, es que las Juntas de Gobierno tuvieron que tomar decisiones
complicadas los dos primeros días de la Semana. Y fueron complicadas tanto para
decir que si salían a la calle, para ello se movían con información muy fiable.
Como para decir que no, que para ello contaban con la misma información para
decidir. Y estar en ese punto tanto para dar un sí como un no, solamente se
puede decir que hay que estar en una junta o cabildo de aguas. Es complicado,
la verdad sea dicha.
Las que realizaron
estación de penitencia, por un lado hay que darles la enhorabuena, porque el
hecho de realizar dos carreras oficiales tiene mucho mérito. Si digo dos,
porque como bien saben además de la Oficial, el simple hecho de ir todas a la
S.I.C. lo hizo todo mucho más complicado y enredado. Y a la vez se dieron
estampas que fueron impresionantes de ver. Por no darles nada más que bola,
tengo que decir que ver pasar una cofradía de unos 250 nazarenos, un paso y una
banda pasar por un mismo punto de paso unos 45 minutos, eso aburre a las
ovejas. Si tienen más nazarenos y un solo paso también aburre a las ovejas. Y
no te quiero ni contar cuando hay más de un paso no con muchos nazarenos que
digamos y los tiempos de paso se hacen eternos. Y más aún cuando hay
hermandades que parece que cuando salen ellas el tiempo se detiene y no piensan
en los demás, ni en sus cortejos, ni en los que están esperando en un punto que
pase su hermandad, ni en las otras hermandades que vayan detrás o dependan de
su horario. Sé que las comparaciones son odiosas y en todos los lados se cuecen
habas, pero creo que deberíamos de andar un poco más ligeros, y seguramente no
será fácil pero habría que no solo intentarlo sino de realizarlo.
Con este tiempo que
hemos tenido de locura, lo que si he escuchado que el único sitio para que los
pasos se pudiesen desguarecer de la maldita lluvia no estaba en unas
condiciones mínimas para que los pasos pudiesen entrar rápido y si hubiese más
de uno aquello iba a ser un “tetris” para poder encajarlos. Supongo que todo
ello la Agrupación lo tiene controlado pero es complicado para todas las partes
implicadas y más aún si te cae una como le ocurrió a la Entrada Triunfal.
Entones las hermandades que vienen desde más lejos sin tener tampoco un sitio
en el cual poder meterse se les hace más complicado el poder tomar la decisión
de echarse a la calle.
También habría que mejorar
algunos sitios que estuviesen habilitados para poder realizar alguna necesidad.
Pude comprobar la poca tolerancia en algunos sitios, no en todos, pero a lo
mejor sería bueno tener en cuenta este aspecto para años venideros.
Poca tolerancia también
entre los espectadores. Puedo entender que llevan cerca de una hora o más
esperando para que pase una hermandad o varias, pero hay personas que parecen
que habían comprado el metro cuadrado que ocupaban. Y lo defendían con un ardor
que me hizo recordar a cierta película con un anillo. Por cierto si no quieren
que le molesten los peatones que no nos gusta quedarnos parados en un sitio no
se coloquen en una intersección de dos calles. Pongan se en un sitio que detrás
solo haya una pared.
En los cortejos la verdad
sea dicha se podría mejorar como en casi todo, pero hay algo que me supera y
mucho. Y no es otro aspecto que haya nazarenas, si nazarenas con uñas pintadas
y ojos pintados. Canta mucho y no se ve bonito. Es mi opinión.
Pasando a otro aspecto
tenemos que ver, que nivel de bandas en nuestra Semana Santa fue excepcional,
exceptuando algunas. Pero en especial las de Córdoba. Qué nivel musical. Que
categoría en la forma de interpretar las marchas. De verdad que podemos estar
muy orgullosos de las mismas.
Para ir acabando voy a
tocar el tema de costaleros. La verdad sea dicha que hay un nivel de mucha
categoría en las formas de realizarse las ropas de casi todos. Y en la forma de
andar los pasos. Aún quedan algunos que no les gusta ponerse un costal para no
ver, pero válidos debajo de los pasos. Al igual que el que se lo quiere colocar
a su manera y forma. Me llamo la atención poderosamente en dos pasos que algún
costalero llevara el costal del revés, no quiero ni pensar como acabarían esos
cuellos.
Lo mejor de todo, las
ganas de Semana Santa que teníamos, tanto los de aquí como los que quisieron
venir a compartir un año difícil por los temas conocidos por todos.
Pachi Giraldo
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