LA
LUNA AZUL DE UN ÁNGEL
En
este mes de octubre que se acaba de marchar, de este año que todos queremos
acabe ya, hemos tenido dos lunas llenas. A la segunda luna llena de un mismo
mes, se le llama luna azul. Así lo denominan en la Nasa, cómo Blue Moon. La
última se vio allá por el mes de marzo del año 2018.
Mira
por dónde esa noche que muchos miramos para ver esa luna llena, especialmente
bella, tú, amigo mío cerraste los ojos y nos dejaste para siempre. Es difícil
entender el hecho del fallecimiento de un familiar, de un amigo o amiga, o de
cualquier persona por muy sabido que es, que todos tenemos un día y una hora.
Pero por tu edad y vitalidad, fastidia aún más. Mis más sinceras condolencias a
tú familia, a tú hermandad y a tú cuadrilla de costaleros.
Me
comenta otro amigo que, los amigos vienen y van, es cierto. La vida, da muchas
vueltas, pero por mucho que unos vengan y otros se vayan, si hubo amistad de
verdad, siempre perdurará por encima de todas las cosas. Y cuando me dijeron el
sábado de tu fallecimiento, te pido perdón, porque de primeras no te puse cara.
Fue
al día siguiente cuando entre en esa red social, que como todo, tiene su parte
buena y parte mala, que veo tu foto con una cantidad de recuerdos hacia tu
persona. De verdad, que no me lo podía creer. ¿Qué te había pasado? ¿Ángel? ¿Pero
qué le ha ocurrido? Una amiga que tenemos en común me conto tu lucha. ¡¡¡Qué
grande eres!!!
Qué lección
tan grande y humilde nos has dejado. Qué lucha y briega, como esas chicotas
duras de verdad, en ese ensayo que no fue todo lo bueno que queríamos, en ese
día de caseta de trabajo hasta la extenuación, pero tu sonrisa en tu cara nos
ayudaba a pasar ese mal trance.
Recuerdo
aquellos días en la taberna que regente, que fueron inolvidables. Veladas
después de los ensayos, vísperas de fiestas, peroles, cantos, presentaciones de
carteles, conciertos o simplemente una conversación allí en aquella taberna con
un tubo de cerveza y una bolsa de patatas o de cacahuetes salados. De fondo un
video de aquellos de Hermandades, o esa marcha que nos ponía el vello de punta
con una humareda de incienso que salía de aquel local para aderezar esa calle y
subir hacia el cielo… Ese cielo en el cual tú estarás ya dando un cambio
elegante con tu “Gitano" moreno para entrar desde San Andrés. Allí, Ella,
la belleza joven gitana te acogerá como una Madre y te dará cobijo para estar a
su lado. La Blanca Paloma te ha abierto las puertas del cielo almonteño para
ser uno de sus Ángeles elegidos.
Ángel,
ahora has honor a tú nombre y sé, ese Ángel de la guarda para los que siguen
aquí y te echarán de menos a cada instante.
Qué
ganas de que acabe esta pesadilla de año. También el otro día nos dejo un
discípulo de Dios, verdadero servidor de Jesús, cómo te ha calificado un
compañero tuyo de alzacuellos. Otro luchador.
También
ayer fallecieron dos hermanos de la hermandad del Rocío de Córdoba. Por lo que
he leído dos buenas personas que amaban a su Blanca Paloma. Vaya añito. De
verdad, que cuándo suceden estas situaciones incomprensibles, es cuando más
valor le doy que hay saber degustar cada instante porqué cuándo menos nos lo
esperamos se acabó y luego ya no podrá ser.
Sean
felices y extrapólenlo, vivan cada instante cómo si fuese el último.
Pachi
Giraldo
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