¡ZAS!
EN TODA LA BOCA
Madre
mía la que se ha formado con las palabras de ayer del Hno. Mayor de la
hermandad de la Macarena de Sevilla, D. José Antonio Fernández Cabrero. Hombre,
cómo todo en esta vida, todo tiene una parte buena y otra menos buena. Pero,
hoy en un acto y con una aptitud que no son normales de este tiempo que hoy
vivimos, ha pedido perdón si alguien se ha sentido molesto con sus
declaraciones, tanto a nivel de hermandades cómo a nivel personal.
En
las declaraciones de ayer hacia especial hincapié en la necesidad de la solidaridad,
aun más si cabe, en los tiempos que estamos sufriendo en este año horrible del
2020. Algo que me llamó poderosamente la atención fueron sus palabras al decir
“que no tiene ninguna necesidad de ser Hermano Mayor, no necesito la hermandad para creer ni medrar (…)
vine por un compromiso y por un concepto de hermandad que está centrado
exclusivamente en los pobres".
Me
quedo con este mensaje que me parece de una profundidad somera en sus
creencias. Para ello no necesita ni ser Hermano Mayor ni estar en una
hermandad. ¡Zas! En toda la boca. Qué golpe de humildad tan excelso y qué golpe
a la vanidad tan supremo que nos reina entre nosotros. Sus creencias son más
importantes y sus valores de ayuda son su premisa. Da igual ser Hermano Mayor o
simplemente un hermano más.
Pero
si, ahí demuestra, con la misiva de esta mañana la grandeza como persona de
este señor. Busca ayudar a los más desfavorecidos sean o no católicos, cofrades,
o sean lo que sean.
Le
están cayendo muchas criticas pero desde esta columna de opinión le doy mi más
sincera enhorabuena. Sólo trata de motivarnos para ayudar a los más
necesitados, sea como hermandad o simplemente entre humanos. Sin importarnos
otros aspectos. Pregunto ¿seriamos capaces de hacerlo? Cada uno en las medidas
que sus circunstancias lo permitan.
Un
ejemplo, en una hermandad que embarcada en un proyecto de hermandad pidió ayuda
a sus hermanos, en la medida de sus posibilidades. Unos aportaron, lo que
pudieron, otros no lo hicieron por sus circunstancias, otros no lo hicieron
porque no estaban de acuerdo con esa Junta de Gobierno. Esta es la realidad de
nuestros días, pero ponerse el traje y la medalla, eso siempre, para aparentar
enmascarada la bajeza humana y su vanidad. Hermanos falsos de apariencia ruin.
Al
final de cuentas, no deja de ser la misma cruda y cruel realidad que estamos viviendo
y sufriendo cada día. Y no me quiero calentar, que ya lo estoy. No he visto más
jueces que hay y dictan sentencias sin conocer todos los datos. Y de jueces no
tienen nada, simplemente el juego de criticar y humillar a alguien. Pasa en
todos los ámbitos de la vida, no sólo el cofrade.
Sean
felices y extrapólenlo con los demás, una sonrisa en una cara seguro alegra la
de otra persona.
Pachi
Giraldo
Pd.-
Por cierto #STOPLEYCELAÁ, de traca bananera y de izquierdas reprimida y abyecta.
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