LOS
JUEVES AL SOL (2)
Buenas a todas las personas de
bien, espero y deseo que sigan bien, ante esta pesadilla que nos ha tocado
vivir a cada uno de nosotros. Y cuando parece que podemos ver el final del
túnel, siempre hay alguien o sucede algo, que nos impide llegar hasta ella,
como nos gustaría a cada uno de los cofrades. Saben por dónde voy.
La juventud es magnífica, pero
a la misma vez, demasiado impulsiva y esto conlleva, alteraciones que pueden
perjudicar a otras personas. Aquí sentado, con mi compañero de fatigas, el
calor, veo como hace mella en los humanos, y contemplamos como cada uno de
ellos intenta mitigar su incansable sed.
Hoy, muchos están disfrutando
de sus merecidas vacaciones, que parece que pueden parecerse bastante a las de
antaño. A la misma vez que saboreo, mi refresco, leo noticias del mundo cofrade
y de la actualidad, en general. Vaya por Dios, pero entre las noticias que
alteran la estabilidad de nuestro país, siempre hay alguna que merece la pena
leer. Cansado de tanta historia catalana, y no menos cansado pero al día de
ella de la pandemia. Hoy, soy un español que tiene ya puesta su segunda dosis,
espero que no me afecte como la primera.
Leo como un grupo de médicos
hablan de costaleros, pandemia y trabajaderas. Cómo ha podido afectar, la
pandemia, a este grupo de personas que parecemos en muchas ocasiones
superhéroes. Superhéroes por muchos motivos, tanto físicos como sentimentales,
pero que también nos hemos visto afectados en nuestro rendimiento a causa de la
pandemia.
Se van a realizar pruebas para
estudiar el grado de incidencia en los costaleros. Me parece muy bien. Es otro
argumento al que poder analizar para posteriormente tomar decisiones a la hora,
de ver cuándo volverán los pasos a lo que conocíamos.
Por otro lado, leo como dos
hermandades han tenido unos litigios para diferentes motivos. Una la elección
de un nuevo Hno. Mayor. Y otra para realizar una modificación en el paso de
palio. Clarividente y porque no decirlo, real como la vida misma, el número de
hermanos que ejercieron su derecho al voto.
En una, no llegaron al quorum
mínimo que sus reglas dictan, para llegar a ese porcentaje que permite que
nombrar a un Hno. Mayor. Las reglas están para cumplirlas y aplicarlas, no para
pedir dispensas, aunque en estos momentos tenemos un ejemplo de que las leyes
se las pasen por el embudo de su conveniencia y del poder, para seguir en el
poder.
En otra, es triste ver el
número de hermanos que decidieron la modificación de un emblema como el paso de
palio de su hermandad. No estoy criticando el cambio, no digo que sea ni para
mejor ni para peor, critico la poca involucración para decidir un aspecto tan
importante. Después vendrán los lamentos y discusiones, sobre si fue acertado o
no. De porque no votaste y ahora te tienes que aguantar con lo que se votó.
La realidad del grado de
implicación y de comparecencia a la hora de decidir cada uno de los hermanos de
una hermandad y de otra. Me van a decir, que no se puede comparar una hermandad
y la otra, es cierto. Yo no lo estoy haciendo. Estoy comparando la implicación
de unos hermanos y de otros, el interés y la desidia.
Estamos en el año de San Juan
de Ávila, sería bueno que echarán una mirada y de camino una lectura, a la vida
de este Santo manchego (Almodóvar del Campo, Ciudad Real un 6 de enero de 1500)
que murió en tierras cordobesas como Montilla (10 de mayo de 1569). Nos vendría
muy bien leer un poco de su vida e intentar poner algo en práctica.
Les dejo por esta semana, sean
felices y extrapólenlo.
Pachi Giraldo
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