23/01/2011 FRANCISCO
EDICIÓN IMPRESA EN PDF
Hace unos días la Agrupación de Cofradías presentó el cartel que prologará la Semana Santa de Córdoba 2011, una muy cuidada obra salida de las manos del artista de Puente Genil Clemente Rivas.
El cartel, aunque cargado de tópicos (Mezquita, Puente Romano, San Rafael) tiene algo que lo hace especial, un toque que nos retrotrae a una Semana Santa muy diferente a la actual. Esta sensación quizás haya que buscarla en la estudiada composición y, sobre todo, en la mágica atmósfera que envuelve al cartel, muy cercana a esa austeridad, a esa esencia cordobesa de la que tanto hablan los cofrades cordobeses más ortodoxos. En definitiva, a una Semana Santa mucho mas auténtica.
Pero,¿qué queda de esa esencia en la Semana Santa cordobesa? Tal vez algo, nada o quizás ya solo forme parte de estas románticas recreaciones de artistas y gente sensible que añora una Semana Santa mucho más íntima y cercana, alejada de estridencias.
Porque no podemos negar que cada vez más hay que rebuscar intensamente para vivir una auténtica Semana Santa, a la que, dicho sea de paso, le sobran muchas acrobacias, muchas marchas foráneas, (cuando en Córdoba existe un exquisito repertorio), mucho figurón, mucho mal gusto, mucho público, muchísimo, que no sabe estar, ni comportarse.
Afortunadamente, al caer el sol, la noche se hace la mejor aliada para la Semana Santa. Se reduce el público, desaparece el ruido, lo bueno y lo malo se difumina y se hace mas íntimo, mostrándose esa otra Semana Santa más estética, más para saborearla y para demostrarle a las futuras generaciones que la esencia de la auténtica Semana Santa no pasa, y que en ella, como en el cartel de este año, aún perdura la belleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario